La estrategia de Google para posicionar su IA Gemini como estándar en dispositivos Android ha generado preocupaciones en el juicio antimonopolio en curso en Estados Unidos. OpenAI está interesado en comprar si Google se ve obligado a vender Chrome.
En el segundo día del juicio antimonopolio contra Google, documentos presentados revelaron que la empresa consideró establecer acuerdos exclusivos con fabricantes de teléfonos Android, como Samsung, para que su aplicación de inteligencia artificial Gemini, junto con su motor de búsqueda y el navegador Chrome, fueran preinstalados por defecto en los dispositivos.
Mientras tanto, OpenAI dejó entrever que está interesada en comprar Chrome de Google si las autoridades antimonopolio logran obligar a Alphabet para vender el popular navegador web como parte de un intento por restaurar la competencia en las búsquedas.
Google no ha puesto Chrome a la venta. La compañía planea apelar la sentencia que le atribuye el monopolio. El comienzo de este ensayo de alto riesgo brindó una visión de la carrera de la IA generativa, donde las grandes empresas tecnológicas y las nuevas empresas compiten por desarrollar sus aplicaciones y ganar usuarios.
El Departamento de Justicia de EE.UU. y varios fiscales generales estatales buscan que el juez Amit Mehta ordene medidas drásticas, incluida la posible venta del navegador Chrome, para contrarrestar lo que previamente se determinó como un monopolio de Google en la búsqueda en línea y la publicidad relacionada.
Aunque Google inicialmente persiguió la exclusividad, recientemente ha revisado acuerdos con Samsung, Motorola, AT&T y Verizon para permitir productos de búsqueda e inteligencia artificial competidores, alineándose con su propuesta de solución.
Sin embargo, los fiscales advierten que el dominio de Google en la búsqueda podría beneficiar injustamente a sus iniciativas de inteligencia artificial. Nick Turley, jefe de producto de ChatGPT en OpenAI, testificó que tales exclusividades dificultan la distribución de productos de inteligencia artificial como ChatGPT.
A pesar del enfoque en sus esfuerzos de inteligencia artificial, Google sostiene que la demanda se centra en la monopolización de la búsqueda y argumenta que enfrenta una fuerte competencia de empresas como Meta Platforms.
Este caso podría tener implicaciones significativas para el futuro de la competencia en el sector tecnológico y la forma en que las grandes empresas integran nuevas tecnologías en sus ecosistemas existentes.