Microsoft es un problema para la reestructuración de OpenAI

El gigante del software, con una inversión de U$S 13.750 millones, se muestra cauteloso ante los planes de reestructuración de la startup de IA, mientras Elon Musk presenta desafíos legales.

OpenAI, la empresa detrás del revolucionario ChatGPT, se encuentra en un momento crucial de su trayectoria. Tras meses de intensas negociaciones y presiones públicas, la compañía ha dado marcha atrás en parte de su intento de convertirse en una empresa con fines de lucro más convencional. Sin embargo, sus planes de reestructuración aún no cuentan con la aprobación de un actor clave: Microsoft Corp.

Microsoft: un inversor reticente

Con una inversión de U$S 13.750 millones, Microsoft es el mayor inversor en OpenAI y, según fuentes cercanas al asunto, sigue siendo el más reticente ante los planes de reestructuración. El gigante del software busca asegurarse de que cualquier cambio en la estructura de OpenAI proteja adecuadamente su inversión, lo que ha llevado a intensas negociaciones sobre los detalles de la propuesta.

«Seguimos colaborando estrechamente con Microsoft y esperamos ultimar los detalles de esta recapitalización próximamente», declaró OpenAI en un comunicado, subrayando la importancia de esta relación para el futuro de la empresa.

El nuevo enfoque de OpenAI

OpenAI anunció recientemente que avanzará en la reestructuración de su división con fines de lucro como una corporación de beneficio público, pero mantendrá el control de la organización sin fines de lucro sobre el negocio en general. Esta decisión, según el CEO de OpenAI, Sam Altman, se tomó tras conversaciones con líderes cívicos y fiscales generales estatales.

«Esperamos avanzar en los detalles de este plan en conversaciones continuas con ellos, Microsoft y nuestros nuevos comisionados para organizaciones sin fines de lucro», afirmó Altman, destacando que esta estructura simplificada seguirá siendo atractiva para los inversores.

Aprobaciones y desafíos legales

Además de Microsoft, OpenAI necesita la aprobación de los fiscales generales de California y Delaware, quienes supervisarán la conversión y garantizarán una valoración justa de mercado de la participación de la organización sin fines de lucro.

Sin embargo, la reestructuración también enfrenta un desafío legal por parte de Elon Musk, cofundador de OpenAI, quien previamente solicitó a un juez que impidiera que la empresa se convirtiera en una entidad con multas de lucro. Aunque el juez rechazó la solicitud, permitió que las partes de su demanda siguieran adelante. Musk también presentó una oferta no solicitada de U$S 97.400 millones para comprar los activos de la organización sin fines de lucro que controla OpenAI.

Implicaciones para el futuro de la IA

La reestructuración de OpenAI y la postura de Microsoft tienen importantes implicaciones para el futuro de la inteligencia artificial. La aprobación de Microsoft será clave, ya que solo los directivos de OpenAI, Microsoft y otros inversores iniciales tienen voz y voto directo en la aprobación de la reestructuración.

Microsoft también tiene una relación única con OpenAI debido a sus acuerdos de licencia y reparto de ingresos, lo que añade complejidad a las negociaciones. Además, la demanda de Elon Musk añade incertidumbre al proceso, ya que podría afectar la capacidad de OpenAI para avanzar con sus planos.

La reestructuración de OpenAI es un proceso complejo que involucra a múltiples partes interesadas y enfrenta desafíos legales.

La postura de Microsoft, como principal inversor, es crucial para el futuro de la empresa y para el desarrollo de la inteligencia artificial. A medida que las negociaciones continúan, la industria observa con atención cómo se resolverán estos desafíos y qué implicaciones tendrán para el futuro de la IA.

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