El gigante tecnológico pospone indefinidamente el lanzamiento de su modelo Behemoth, en medio de tensiones internas y desafíos técnicos. La competencia en la carrera global por la inteligencia artificial no da tregua.
Meta, la empresa matriz de Facebook, atraviesa turbulencias en su ambiciosa apuesta por la inteligencia artificial. La compañía liderada por Mark Zuckerberg ha decidido retrasar una vez más el lanzamiento de su modelo insignia de lenguaje, conocido internamente como Behemoth, lo que ha encendido alertas dentro y fuera de la organización.
Inicialmente previsto para abril, el debut de Behemoth iba a coincidir con la primera conferencia de inteligencia artificial para desarrolladores organizada por la propia Meta. Luego se postergó para junio. Ahora, su llegada al mercado ha sido pospuesta hasta el otoño o incluso más allá, según fuentes cercanas al proceso citadas por The Wall Street Journal.
Frustraciones internas y desempeño bajo presión
Las demoras no son solo cuestión de calendario. Ingenieros y directivos de Meta están preocupados por el escaso avance que muestra Behemoth frente a versiones anteriores. El equipo de desarrollo enfrenta dificultades significativas para mejorar de forma sustancial las capacidades del modelo, lo que ha derivado en un creciente escepticismo interno sobre si los resultados justifican su lanzamiento público.
“Aquí el progreso es bastante limitado en todos los laboratorios, en todos los modelos”, explicó Ravid Shwartz-Ziv, profesor asistente e investigador en el Centro de Ciencia de Datos de la Universidad de Nueva York, al referirse al estancamiento general en la industria.
En este contexto, altos ejecutivos de Meta han manifestado su frustración con el equipo responsable del desarrollo de los modelos Llama 4 —la línea de modelos que precede a Behemoth— y no descartan realizar cambios profundos en la conducción del grupo de productos de IA.
Aunque Meta no ha comunicado públicamente una fecha para el lanzamiento de Behemoth, sí ha promovido con entusiasmo sus capacidades, incluso afirmando que supera en ciertas pruebas a tecnologías similares de OpenAI, Google y Anthropic. Sin embargo, esas declaraciones contrastan con la evaluación interna: el rendimiento del modelo se ve afectado por serios desafíos de entrenamiento.
Un portavoz de Meta declinó hacer comentarios sobre la situación actual.
Inversiones multimillonarias bajo revisión
Meta se ha ganado reconocimiento por la velocidad con la que logró acercarse a sus rivales en el terreno de la IA, invirtiendo miles de millones en el proceso. Para 2025, la empresa prevé destinar hasta U$S 72.000 millones en gastos de capital, una porción significativa de los cuales está orientada al desarrollo de inteligencia artificial para sus productos estrella: WhatsApp, Instagram y Facebook.
La presión es alta, y los errores se amplifican. Uno de los episodios más polémicos surgió cuando se descubrió que uno de los modelos presentados por Meta en abril, que había obtenido buenos resultados en un ranking público de chatbots, no era el mismo que se había puesto a disposición del público general. “Meta debería haber dejado en claro que presentó un modelo optimizado especialmente para rendir bien en ese test”, señalaron representantes del leaderboard.
Mark Zuckerberg reconoció que se trató de una versión ajustada del modelo, diseñada para obtener un rendimiento destacado en pruebas de terceros.
Cambios de equipo y fuga de talento
El desarrollo de los primeros modelos Llama estuvo a cargo del equipo de investigación fundamental en IA de Meta (FAIR, por sus siglas en inglés), compuesto en gran parte por investigadores con doctorados. Ese grupo publicó los modelos y un paper científico en 2023. Sin embargo, desde entonces, 11 de los 14 autores de esa publicación dejaron la empresa. Los modelos posteriores han sido desarrollados por un equipo distinto, lo que marca un cambio significativo en la continuidad técnica.
¿Un freno en el avance global?
Los obstáculos que enfrenta Meta no son aislados. OpenAI también ha experimentado demoras con GPT-5, que inicialmente se esperaba para mediados de 2024. En febrero, su CEO Sam Altman admitió que primero saldría una versión intermedia, GPT-4.5, mientras que GPT-5 —el verdadero salto cualitativo— aún estaba “a meses de distancia”.
Anthropic, por su parte, anunció en 2023 su modelo Claude 3.5 Opus, una versión más potente que aún no ha visto la luz. Su vocera aseguró recientemente que “Opus llegará pronto”.
En conjunto, estos episodios reflejan una desaceleración en el ritmo de innovación de la inteligencia artificial de vanguardia. Y aunque las inversiones no se detienen, la industria parece estar entrando en una fase donde los avances verdaderamente disruptivos requerirán más tiempo, más talento… y mucho más dinero.