¿Apple pone en juego su liderazgo con los retrasos y los conflictos internos que genera Siri?

Mientras Apple enfrenta retrasos en su estrategia de IA y reestructura equipos clave, la presión de Google, Amazon y el propio mercado pone en jaque el futuro de Siri y la promesa de “Apple Intelligence”.

Apple, la compañía que revolucionó la tecnología de consumo con el iPhone, el iPad y los AirPods, atraviesa hoy una crisis silenciosa pero profunda en el terreno de la inteligencia artificial (IA). A pesar de haber sido pionera con el lanzamiento de Siri en 2011, la empresa se ha visto superada por la competencia y enfrenta retrasos, reestructuraciones y dudas internas que amenazan con socavar su posición dominante en el sector tecnológico.

De la promesa a la frustración: el caso de Apple Intelligence

En junio de 2024, Apple presentó con bombos y platillos “Apple Intelligence”, una suite de funciones de IA que prometía transformar la experiencia de usuario en el iPhone 16 y otros dispositivos. Entre las novedades destacaban herramientas para mejorar la redacción, resumir correos y notificaciones, generar emojis personalizados y, sobre todo, una versión renovada de Siri capaz de comprender mejor el contexto y acceder a información personal para responder de manera más precisa.

Sin embargo, la realidad distó mucho de las expectativas. Las primeras funciones de IA llegaron con retraso: las herramientas de redacción y resúmenes desembarcaron más de un mes después del lanzamiento del iPhone 16, los “Genmojis” recién en diciembre y la actualización de notificaciones en marzo de 2024. El gran salto de Siri, que debía estar listo para abril de 2025, fue postergado indefinidamente tras comprobarse que muchas de las funciones anunciadas no funcionaban de forma consistente.

“Esta es una crisis”, reconoció un alto miembro del equipo de IA de Apple. Otro comparó la situación con “un barco que lleva tiempo hundiéndose”.

Conflictos internos y liderazgo en jaque

El retraso en los avances de IA expuso tensiones internas. John Giannandrea, fichado en 2018 desde Google para liderar la estrategia de IA, perdió el control de Siri y del equipo de robótica tras la frustración de Tim Cook y otros ejecutivos por la falta de resultados concretos. Siri pasó a estar bajo la supervisión de Mike Rockwell, responsable del fallido Vision Pro, mientras la división de IA se fragmentó en unidades más pequeñas para intentar acelerar el desarrollo.

Craig Federighi, jefe de software, fue señalado por su resistencia inicial a invertir agresivamente en IA, priorizando el enfoque tradicional de Apple de lanzar productos pulidos y controlados, en contraste con el ritmo vertiginoso y experimental que exige la IA generativa.

Privacidad vs. datos: el dilema de Apple

Uno de los mayores desafíos de Apple radica en su férrea defensa de la privacidad. A diferencia de Google o Amazon, que aprovechan grandes volúmenes de datos de usuarios para entrenar sus modelos de IA, Apple limita el acceso y procesamiento de datos personales, lo que dificulta el desarrollo de modelos robustos y personalizados. “Apple no ha levantado el pie del acelerador en cuanto a privacidad”, explicó Marcus Collins, profesor de marketing en la Universidad de Michigan.

Para sortear este obstáculo, la compañía apuesta por el procesamiento local en el dispositivo y la infraestructura Private Cloud Compute, basada en chips propios, pero esto implica complejidades técnicas y limita la capacidad de competir con modelos más avanzados y entrenados en la nube.

El costo de la demora: mercado y futuro en juego

La falta de avances tangibles en IA ha tenido repercusiones inmediatas. Tras el anuncio de los retrasos, las acciones de Apple cayeron un 8% desde principios de año, aunque la empresa sigue siendo la más valiosa del mundo y reportó ingresos de U$S 124.300 millones en el último trimestre de 2024. 

Sin embargo, el riesgo es claro: “Apple no es como Exxon Mobil, que provee un commodity que el mundo siempre necesitará”, advirtió Eddy Cue, vicepresidente senior de servicios. “La posición de Apple en la cima del mundo tecnológico está en riesgo”.

La presión aumenta con los avances de Google, que integró su modelo Gemini en Assistant, y Amazon, que lanzó Alexa+ con IA generativa, mientras que los usuarios de Apple siguen esperando un Siri verdaderamente inteligente y proactivo.

¿Puede Apple revertir la situación?

Tim Cook se mostró optimista en la última conferencia de resultados: “Simplemente está tomando más tiempo de lo que pensábamos”, dijo sobre los retrasos de Siri y Apple Intelligence. Pero la competencia no espera, y el margen de error se reduce.

Si Apple no logra ponerse al día en IA, podría ver amenazados proyectos futuros como gafas de realidad aumentada, robots y dispositivos que dependan de una interacción más natural e inteligente.

Por ahora, la promesa de “AI for the rest of us” sigue siendo eso: una promesa. El desafío para Apple es monumental, y el reloj no se detiene.

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