En respuesta a las fuertes restricciones de exportación de EE.UU., Nvidia apuesta por un nuevo procesador con arquitectura Blackwell para el mercado chino, a un precio mucho más bajo y con especificaciones ajustadas. ¿Será suficiente para mantener su competitividad frente a Huawei y otras alternativas locales?
Nvidia, líder mundial en chips de inteligencia artificial (IA), prepara el lanzamiento de un nuevo procesador gráfico (GPU) especialmente diseñado para el mercado chino, tras las estrictas restricciones de exportación impuestas por Estados Unidos. Según fuentes cercanas a la compañía, la nueva GPU, basada en la arquitectura Blackwell, estará disponible a un precio de entre U$S 6.500 y U$S 8.000, muy por debajo de los U$S 10.000 a U$S 12.000 que costaba el modelo H20, anteriormente comercializado en ese país.
El descenso en el precio refleja no solo una estrategia comercial, sino también unas especificaciones menos potentes y unos requisitos de fabricación más sencillos. El nuevo chip estará basado en el Nvidia RTX Pro 6000D, una GPU de clase servidor, y utilizará memoria GDDR7 convencional en lugar de la tecnología HBM (High Bandwidth Memory), más avanzada. Además, no requerirá el uso de la sofisticada tecnología de empaquetado Chip-on-Wafer-on-Substrate (CoWoS) de TSMC, lo que reduce costos y complejidad en la producción.
Competencia y adaptación en un entorno cambiante
China sigue siendo un mercado clave para Nvidia, representando el 13% de sus ventas en el último año fiscal. Sin embargo, las restricciones de exportación estadounidenses han obligado a la empresa a adaptar sus productos por tercera vez en los últimos años. El objetivo: mantenerse competitivo frente a rivales locales como Huawei, cuyo chip Ascend 910B gana terreno rápidamente.
El CEO de Nvidia, Jensen Huang, reveló recientemente en Taipei que la cuota de mercado de la compañía en China ha caído drásticamente: de un 95% antes de 2022, cuando comenzaron las restricciones, a solo un 50% en la actualidad. Huang advirtió que, si las restricciones continúan, más clientes chinos migrarán hacia los chips de Huawei.
«Nvidia todavía mantiene cierta ventaja gracias a su capacidad de integrar clusters de inteligencia artificial con su plataforma CUDA,» explicó Nori Chiou, experto en semiconductores y director de inversiones de White Oak Capital Partners en Singapur. «Sin embargo, las tecnologías nacionales chinas, como Huawei, se espera que alcancen el rendimiento de las versiones degradadas de Nvidia en uno o dos años.»
CUDA es la arquitectura de programación que permite a los ingenieros desarrollar modelos y aplicaciones de IA sobre las GPUs de Nvidia. Su amplia adopción y el ecosistema construido alrededor de esta plataforma mantienen a muchos desarrolladores fieles a la marca.
Limitaciones técnicas y desafíos regulatorios
El nuevo chip de Nvidia, aunque más económico, no será capaz de todo: su memoria convencional y la ausencia de tecnologías de empaquetado avanzadas limitan su rendimiento en tareas de entrenamiento e inferencia de IA. «Una nueva GPU con memoria convencional será insuficiente para algunos usos de entrenamiento e inferencia de IA,» afirmó Nicolas Gaudois, responsable de investigación tecnológica para Asia en UBS.
Las últimas restricciones de exportación estadounidenses imponen nuevos límites al ancho de banda de memoria de las GPUs, una métrica crucial para el procesamiento de datos en IA. Jefferies estima que los nuevos límites fijan el ancho de banda en 1,7-1,8 terabytes por segundo, frente a los 4 terabytes por segundo que alcanzaba el H20. GF Securities pronostica que el nuevo GPU, con memoria GDDR7, llegará a unos 1,7 terabytes por segundo, justo dentro del límite permitido.
Impacto financiero y estrategias futuras
La prohibición del H20 en abril pasado obligó a Nvidia a dar de baja inventarios por valor de U$S 5.500 millones, según confirmó el propio Huang en el podcast Stratechery. Además, la compañía tuvo que renunciar a ventas estimadas en U$S 15.000 millones.
Nvidia no solo está desarrollando el nuevo chip para junio, sino que también trabaja en otra variante de la arquitectura Blackwell, cuya producción podría comenzar en septiembre, aunque aún no se conocen sus especificaciones técnicas. El nombre final del nuevo GPU aún no se ha confirmado, aunque analistas de GF Securities sugieren que podría llamarse 6000D o B40.
Perspectivas y declaraciones
Un portavoz de Nvidia aseguró que la empresa sigue evaluando sus opciones «limitadas»: «Hasta que no decidamos un nuevo diseño de producto y recibamos la aprobación del gobierno de EE.UU., estamos prácticamente excluidos del mercado chino de centros de datos, valorado en U$S 50.000 millones.»
TSMC, por su parte, declinó hacer declaraciones sobre el tema.
Nvidia enfrenta uno de sus mayores desafíos estratégicos: mantener su posición en China, un mercado vital pero cada vez más restringido y competitivo. El lanzamiento de un chip más barato y con especificaciones ajustadas es una apuesta arriesgada, pero necesaria para no perder aún más terreno frente a Huawei y otras alternativas locales.
La batalla por el liderazgo en chips de IA en China está lejos de terminar, y la capacidad de Nvidia para innovar y adaptarse será clave para su futuro en la región.
Fuente: Reuters