La compañía detrás de ChatGPT se alía con G42 para construir Stargate UAE, un centro de datos de 1 gigavatio que marcará un hito en el desarrollo de infraestructura de IA fuera de Estados Unidos. La movida consolida al Golfo como un actor clave en la carrera tecnológica global.
OpenAI, la firma creadora de ChatGPT, anunció una ambiciosa alianza con la empresa emiratí G42 para desarrollar Stargate UAE, un megaproyecto de centro de datos en Abu Dhabi con una capacidad de 1 gigavatio. Este será el primer emprendimiento a gran escala de OpenAI fuera de Estados Unidos y una pieza clave en la estrategia de expansión global de la compañía.
El centro de datos no solo se perfila como uno de los más poderosos del mundo, sino también como un símbolo del creciente interés de los Emiratos Árabes Unidos por convertirse en una potencia en inteligencia artificial. Según informaron ambas compañías, la primera fase del proyecto contempla la puesta en marcha de 200 megavatios para fines de 2026, mientras que el resto del desarrollo aún no tiene una fecha de finalización definida.
La inversión será financiada por G42, una firma de inteligencia artificial controlada por el jeque Tahnoon bin Zayed al Nahyan, asesor de seguridad nacional y hermano del presidente del país. Por su parte, OpenAI y Oracle operarán el centro, al que se suman socios estratégicos como SoftBank, Nvidia y Cisco. Aunque no se especificó el monto total de la inversión, proyectos similares en EE.UU. superan ampliamente los U$S 10.000 millones.
“Como parte del acuerdo, una versión mejorada de ChatGPT estará disponible de forma gratuita en todo el país”, anunció OpenAI, en una clara señal del interés de los Emiratos en democratizar el acceso a la IA a nivel local.
Geopolítica, chips y una estrategia de seducción
Este acuerdo no se gestó de la noche a la mañana. Es el resultado de meses de negociaciones entre los Emiratos Árabes Unidos y el gobierno de Donald Trump, que finalmente autorizaron al país del Golfo a importar hasta 500.000 chips de inteligencia artificial al año. Esta decisión revierte las restricciones impuestas por la administración de Joe Biden, que limitaban el acceso a estos chips de última generación a los aliados más estrechos de EE.UU., por temor a que cayeran en manos de adversarios estratégicos como China.
Para convencer a la Casa Blanca, los Emiratos desplegaron una ofensiva diplomática de múltiples frentes. Entre otras acciones, se comprometieron públicamente a invertir más de U$S 1,4 billones en EE.UU., canalizaron U$S 2.000 millones en criptomonedas de World Liberty Financial hacia una empresa del sector, y organizaron reuniones privadas en un palacio real con los CEOs de las principales tecnológicas norteamericanas.
Según declaró David Sacks, el “zar de la IA” del gobierno de Trump, “el estado del Golfo financiará en Estados Unidos una infraestructura de IA al menos tan grande y poderosa como la que se construirá en los Emiratos”. Uno de los vehículos para ese objetivo es el fondo MGX, que ya participa en Stargate, una red de centros de datos en EE.UU. valuada en U$S 100.000 millones e impulsada por OpenAI y SoftBank.
Una jugada estratégica en el tablero global
El interés emiratí va más allá de la infraestructura: apunta a posicionarse como un nodo central para el procesamiento de datos en regiones clave como África e India, donde los tiempos de latencia pueden mejorarse con servidores más cercanos.
Esta apuesta por centros de datos gigantescos no es aislada. El mismo día que se anunció el acuerdo en Abu Dhabi, OpenAI obtuvo U$S 11.600 millones para ampliar un centro de datos en Texas y adquirió la startup del exdiseñador de Apple, Jony Ive, por U$S 6.500 millones.
Con Stargate UAE, los Emiratos Árabes Unidos se afirman como un socio estratégico para las grandes tecnológicas y buscan convertirse en una referencia global en IA, en una movida que combina infraestructura, geopolítica e inversión a gran escala. El mensaje es claro: el futuro de la inteligencia artificial no solo se diseña en Silicon Valley. También se construye, a gran velocidad, en el corazón del desierto.