La compañía de inteligencia artificial respaldada por Amazon lanzó un modo de voz para su chatbot Claude. Los usuarios ya pueden mantener conversaciones habladas, cambiar entre texto y voz y hasta conectar la herramienta con su cuenta de Google Workspace.
Anthropic, la startup de inteligencia artificial fundada por exmiembros de OpenAI y respaldada por gigantes como Amazon, acaba de dar un nuevo paso en la carrera por dominar la interfaz conversacional del futuro.
Su chatbot Claude incorpora desde ahora un modo de voz que permite mantener conversaciones habladas en tiempo real, una funcionalidad que se irá desplegando gradualmente en las próximas semanas y, por el momento, estará disponible solo en inglés.
El nuevo “voice mode”, aún en fase beta, está potenciado por el modelo Claude Sonnet 4 y está diseñado especialmente para ofrecer una experiencia más natural al usuario. “El modo de voz te permite hablar con Claude y escuchar sus respuestas por voz, lo que facilita su uso cuando tenés las manos ocupadas pero la mente libre”, señala un documento de soporte publicado en el sitio oficial de Anthropic.
La funcionalidad permite algo más que un simple intercambio verbal: muestra en pantalla los puntos clave de la conversación mientras Claude habla, da acceso a un resumen y transcripción una vez finalizada la interacción, y habilita la posibilidad de alternar en cualquier momento entre texto y voz.
Una movida clave frente a la competencia
Con este desarrollo, Anthropic se suma a un terreno donde ya juegan otros pesos pesados de la IA generativa. OpenAI ofrece una experiencia similar a través de ChatGPT con voz, Google lo hace con Gemini Live, y xAI —la empresa fundada por Elon Musk— ofrece Voice Mode para Grok.
Sin embargo, Claude agrega una capa diferencial: los usuarios pueden elegir entre cinco voces distintas, adaptar la modalidad de uso sobre la marcha y, para quienes estén suscriptos a los planes pagos, integrar el asistente con el entorno de Google Workspace.
Esto permite a Claude leer correos de Gmail o consultar citas de Google Calendar mediante comandos de voz. La integración con Google Docs, sin embargo, sigue siendo exclusiva para quienes cuenten con un plan empresarial de Claude.
Uso limitado y exclusividades para suscriptores
El modo de voz no está exento de restricciones. Según confirmó Anthropic, las conversaciones por voz cuentan dentro de los límites de uso habituales, lo que significa que los usuarios gratuitos podrán sostener entre 20 y 30 conversaciones por día, en promedio. La función también está atada al modelo de suscripción: los conectores para Google Workspace sólo están habilitados para usuarios pagos, mientras que Claude Enterprise ofrece herramientas aún más avanzadas para entornos corporativos.
Las alianzas detrás del desarrollo
El desarrollo del modo de voz no fue improvisado. En marzo, el Chief Product Officer de Anthropic, Mike Krieger, había confirmado al Financial Times que la empresa trabajaba activamente en capacidades conversacionales auditivas.
En ese momento, también trascendió que estaban en negociaciones con Amazon —uno de sus principales inversores— y con la startup especializada ElevenLabs, reconocida por su trabajo en voces sintéticas de alta fidelidad.
Por ahora, Anthropic no confirmó si esas alianzas se concretaron, pero el despliegue del modo de voz evidencia que parte de ese trabajo ya está dando frutos.
Una nueva era para la interfaz conversacional
La decisión de Anthropic de sumar interacción por voz no es sólo una mejora tecnológica: es una jugada estratégica en un momento donde la experiencia de usuario se vuelve el campo de batalla central entre las grandes firmas de IA. Al ofrecer una experiencia más fluida, multicanal y personalizada, la compañía busca posicionar a Claude como una herramienta no solo poderosa, sino también más humana y accesible.
Con esta actualización, Anthropic no solo se pone a la par de sus competidores, sino que consolida a Claude como uno de los asistentes conversacionales más completos del mercado actual. Hablar con la inteligencia artificial ya no es una metáfora: ahora, literalmente, es posible.