La competencia por dominar la IA para 1.400 millones de chinos es cada día más intensa

En China, si no se compite de manera descarnada, es porque no estás en China. Para las compañías chinas no hay otra manera de sentir la carrera por ser el N° 1, simplemente, ser o no ser.

Los magnates de internet de China son extremadamente competitivos. Tomemos como ejemplo la pugna por el liderazgo en el mercado de servicios en la nube. Baidu, el gigante de las búsquedas del país, sorprendió a los analistas el 21 de mayo al revelar que los ingresos de su negocio de computación en la nube en el primer trimestre habían aumentado un 42 % interanual, superando con creces las predicciones de los analistas.

Ese mismo día, Tencent, creador de la superaplicación WeChat, organizó una conferencia sobre computación en la nube en la que rebajó sus precios y prometió una importante actualización de su plataforma. Al día siguiente, Alibaba, la mayor empresa de comercio electrónico de China, anunció en su propia conferencia sobre la nube su expansión global y que sus servicios pronto estarían disponibles en decenas de países.

Así, como se puede percibir a simple vista, la inteligencia artificial ha desencadenado una nueva fase de intensa rivalidad en la industria tecnológica china.

Baidu, Alibaba y Tencent -los titanes originales de internet del país, conocidos colectivamente como BAT– no son los únicos gigantes que luchan por el dominio. Bytedance, la empresa detrás de TikTok y su aplicación hermana local, Douyin, se ha convertido en una fuerza líder en la IA china. 

Huawei, fabricante de hardware, también está interesado en las oportunidades de la IA, al igual que MeituanPinduoduo, dos jóvenes promesas tecnológicas. El resultado probablemente será un período de innovación frenética.

La batalla por la IA china se desarrolla en tres niveles: infraestructura en la nube, modelos y aplicaciones. Analicemos cada uno por separado.

Las ventas de computación en la nube en China superarán los U$S 50.000 millones de dólares este año y alcanzarán casi los U$S 80.000 millones en 2027, según el banco Morgan Stanley. La demanda de IA representará gran parte de ese crecimiento.

Durante años, el mercado ha estado liderado por Alibaba, cuyas ventas en la nube en el primer trimestre crecieron un 18 % interanual. Sin embargo, sus rivales están ganando terreno. El negocio en la nube de Bytedance, Volcano Engine, se ha expandido rápidamente desde su lanzamiento en 2020. Huawei se ha hecho con una cuota de mercado considerable al dirigirse a empresas estatales que tienden a confiar más en ella que en los gigantes de internet.

Los proveedores chinos de servicios en la nube también están desarrollando sus propios modelos de IA para atraer clientes. Estos esfuerzos se han visto dificultados por DeepSeek, una startup china que ha puesto a disposición gratuita sus modelos de vanguardia. Sin embargo, algunas empresas de servicios en la nube se están diferenciando con ofertas especializadas. Baidu, por ejemplo, ha animado a empresas de robótica a unirse a su plataforma con un sistema de IA «multimodal» que integra modelos de lenguaje y visión.

Luego está la competencia para monetizar la IA a través de aplicaciones. Aquí, los gigantes tecnológicos tienen puntos de partida y estrategias muy diferentes. Tencent es quizás el que mejor posicionado está. WeChat, con 1.400 millones de usuarios activos, no es solo un servicio de mensajería y un sistema de pagos; también incorpora millones de «miniaplicaciones» que permiten a los consumidores hacer de todo, desde comprar ropa hasta pedir comida.

Tencent ya ha comenzado a integrar funciones de IA como la búsqueda y la generación de imágenes, utilizando sus propios modelos y los de DeepSeek. Ahora está desarrollando servicios «agent» que pueden realizar compras y otras acciones semiautónomas en nombre de los usuarios. La compañía ha advertido que muchos de estos servicios terminarán pareciéndose; su apuesta es que los numerosos usuarios y empresas que ya están conectados a WeChat le darán una ventaja.

Alibaba cuenta con sus propias fortalezas. Albergar uno de los mercados de comercio electrónico más grandes del mundo le proporciona una gran cantidad de datos de consumidores que pueden incorporarse a modelos de IA para optimizar las recomendaciones de productos y hacer que la publicidad en la plataforma sea más atractiva.

Baidu, cuya posición en la economía china de internet ya se ha debilitado, se encuentra en una posición menos prometedora. Carece de la base de usuarios cautivos de sus competidores, y su chatbot, Ernie, de uso gratuito, está arrasando con su negocio de búsquedas. Mientras que los ingresos publicitarios de Tencent crecieron un 20 % interanual en el primer trimestre, los de Baidu cayeron un 6 %. Un tercio de sus resultados de búsqueda en abril se obtuvieron mediante IA generativa, frente a aproximadamente el 20 % a principios de año. Aun así, Baidu está avanzando en otras aplicaciones. Gestiona una de las flotas de taxis sin conductor más grandes del mundo, para la que utiliza esta tecnología.

Con el tiempo, la IA podría erosionar aún más el dominio de BAT en el internet chino.

Pinduoduo, que lleva años pisándole los talones a Alibaba en el comercio electrónico, está desarrollando sus propios modelos de IA, al igual que Meituan, que ha evolucionado de un servicio de entrega de comida a otra superaplicación.

Huawei ha acumulado cientos de millones de usuarios para sus smartphones y otros dispositivos de consumo, a los que podría dirigirse con sus propios servicios de IA.

Sin embargo, la mayor amenaza podría provenir de Bytedance. Posee una gran cantidad de datos sobre los hábitos de visualización de sus usuarios y, gracias a su comercio electrónico en rápida expansión, también sobre sus patrones de compra. A diferencia de la mayoría de las empresas tecnológicas chinas, también tiene una amplia presencia en el extranjero, lo que le da mayor visibilidad sobre los desarrollos de IA en otros lugares, así como un mejor acceso a talento y semiconductores.

La batalla por la IA china, al parecer, apenas está comenzando.

Fuente: The Economist

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

WP to LinkedIn Auto Publish Powered By : XYZScripts.com