Más de 13,3 millones de estudiantes chinos rinden el gaokao, un examen que define su futuro académico y profesional. Las principales tecnológicas suspendieron temporalmente funciones clave de inteligencia artificial para proteger la integridad de la prueba.
Durante cuatro intensos días de junio, China se detiene para uno de sus rituales más trascendentales: el gaokao, el examen nacional de ingreso a la universidad. Este año, más de 13,3 millones de estudiantes compiten por un número limitado de plazas en las universidades más prestigiosas del país.
Pero en 2025, además de los habituales controles de seguridad, las autoridades enfrentan un desafío nuevo: el uso potencial de herramientas avanzadas de inteligencia artificial (IA) para hacer trampa.
En respuesta, los gigantes tecnológicos chinos han tomado medidas drásticas. Empresas como ByteDance (propietaria de TikTok), Tencent, Alibaba y Moonshot suspendieron temporalmente funciones clave de sus aplicaciones de IA generativa durante los horarios de examen.
Según reportes locales y la agencia Bloomberg, aplicaciones como Doubao (de ByteDance), Yuanbao (de Tencent), Qwen (de Alibaba), DeepSeek y Kimi (de Moonshot) limitaron sus capacidades de reconocimiento de imágenes y respuestas automáticas.

En capturas de pantalla que circularon en redes sociales chinas, un usuario mostró cómo al intentar subir una pregunta de examen a Doubao, la app respondía: «Durante el examen de admisión a la universidad, de acuerdo con los requisitos pertinentes, el servicio de preguntas y respuestas se suspenderá».
Incluso cuando el usuario intentó argumentar que no se trataba de una pregunta de examen, la plataforma reiteró la misma respuesta automática.
DeepSeek, otra herramienta popular en el ecosistema chino de IA generativa, bloqueó su servicio durante horas específicas, explicando a los usuarios que la suspensión era «para garantizar la imparcialidad en el examen de ingreso a la universidad».
Una batalla tecnológica para preservar la equidad
El gaokao no es un examen cualquiera: para millones de familias chinas, representa la gran oportunidad para acceder a la educación superior y, con ella, a una vida mejor. Las autoridades y la sociedad en general consideran la integridad de este proceso un asunto de máxima importancia.
Además de las medidas tomadas por las tecnológicas, los gobiernos provinciales reforzaron este año los controles físicos en los centros de examen. Según informó el Global Times, en provincias como Jiangxi se están revisando las imágenes captadas durante las pruebas mediante sistemas de monitoreo basados en IA, capaces de detectar comportamientos sospechosos como susurros o miradas reiteradas entre estudiantes. «Cualquier violación o mala conducta se tratará estrictamente de acuerdo con las regulaciones pertinentes», indicó el medio oficial.
Por otro lado, se implementaron controles de entrada más rigurosos: identificación biométrica, revisión avanzada de dispositivos digitales, uso de bloqueadores de señal de radio y limitaciones estrictas para el ingreso de materiales no autorizados.
El impacto social del gaokao es tal que algunas ciudades chinas adaptan su rutina durante la semana del examen. Eventos públicos ruidosos se posponen, se ajustan los horarios escolares y se habilitan carriles especiales de tráfico para facilitar el traslado de los estudiantes.
Reacciones en redes y en el entorno educativo
Mientras que muchos aplauden las medidas para preservar la equidad del examen, no faltaron las quejas en redes sociales. En la plataforma Weibo, un usuario expresó irónicamente: «Candidatos al examen de admisión a la universidad, son unos inútiles. No puedo usar DeepSeek para subir fotos, tengo que volver a descargar ChatGPT. Espero que todos vayan a la universidad comunitaria».
Aunque las empresas afectadas no hicieron declaraciones públicas oficiales sobre estas restricciones —The Guardian intentó contactar a las compañías sin éxito—, la acción preventiva parece haber sido bien coordinada con las autoridades, en una muestra de la colaboración entre el sector tecnológico y el gobierno en temas de interés nacional.
Un desafío que no desaparecerá
El caso del gaokao 2025 refleja un dilema creciente a nivel global: cómo gestionar el uso de tecnologías de inteligencia artificial en contextos donde la equidad y la transparencia son esenciales.
En China, donde el examen universitario es visto como un gran igualador social, el gobierno ha dejado claro que no permitirá que los avances tecnológicos alteren este delicado equilibrio. Y las principales tecnológicas parecen alinearse con ese objetivo, al menos en este contexto.
De cara al futuro, es probable que tanto los desarrolladores de IA como las autoridades educativas deban seguir adaptándose rápidamente a un entorno en el que las posibilidades —y los riesgos— de la inteligencia artificial evolucionan a una velocidad vertiginosa.