El CEO de Meta se involucra personalmente en la formación de un grupo de élite para alcanzar la inteligencia artificial general (AGI), en medio de frustraciones internas y competencia feroz con OpenAI y Google.
Mark Zuckerberg está decidido a llevar a Meta Platforms Inc. a la cima de la inteligencia artificial global. Tras las críticas recibidas por el desempeño de Llama 4, la última versión de su modelo de lenguaje, el fundador de Facebook ha adoptado un rol mucho más activo.
En las últimas semanas, se ha reunido con investigadores y expertos en IA en sus residencias de Lake Tahoe y Palo Alto, con el objetivo de reclutar a los mejores talentos para un ambicioso proyecto interno: la creación de un equipo dedicado a alcanzar la llamada “superinteligencia”.
Conocido dentro de la compañía como el superintelligence group, este nuevo equipo tendrá como meta desarrollar inteligencia artificial general (AGI, por sus siglas en inglés), es decir, sistemas capaces de igualar o superar el desempeño humano en una amplia variedad de tareas. Según personas cercanas al proyecto, Zuckerberg quiere que Meta “supere al resto” en esta carrera tecnológica.
Una apuesta multimillonaria y un liderazgo personal
El equipo contará con aproximadamente 50 integrantes, incluidos investigadores y un nuevo líder para el área de investigación en IA. Todos ellos están siendo seleccionados personalmente por Zuckerberg, quien incluso ha reorganizado los escritorios en la sede de Menlo Park para tener al equipo cerca de él.
Además, Meta está en negociaciones avanzadas para concretar una inversión multimillonaria en Scale AI, una compañía que provee servicios de datos y desarrolla aplicaciones personalizadas de inteligencia artificial para empresas y gobiernos. De cerrarse el acuerdo, sería la mayor inversión externa en la historia de Meta y valoraría a Scale AI en U$S 28.000 millones, según informó The Information. Su fundador, Alexandr Wang, se sumaría al nuevo equipo de superinteligencia una vez concluida la operación. Hasta el momento, ni Meta ni Scale AI han hecho comentarios oficiales.
Frustraciones con Llama 4 y el impulso hacia el AGI
Parte de este giro en la estrategia se debe a la decepción de Zuckerberg con Llama 4, que fue lanzado en abril. Aunque el modelo tenía altas expectativas, su rendimiento fue cuestionado tanto dentro como fuera de la empresa. Según fuentes cercanas, el CEO había dejado en claro que quería que Meta tuviera “la mejor oferta de IA en términos de uso y desempeño antes de fin de año”. Esta presión llevó a que muchos equipos trabajaran noches y fines de semana.
Ante estos resultados, se decidió retrasar el lanzamiento de Behemoth, el modelo más potente que Meta había prometido como una alternativa superior a los desarrollos de OpenAI, Anthropic y Google. La preocupación por la falta de avances significativos fue reportada inicialmente por The Wall Street Journal.
Zuckerberg en “modo fundador” y nuevas prioridades
En este contexto, Zuckerberg ha entrado en lo que empleados describen como “modo fundador”, involucrándose personalmente en todos los aspectos del reclutamiento. Ha creado un grupo de WhatsApp llamado Recruiting Party donde se discuten los candidatos en tiempo real. “Quiere manejar personalmente el primer contacto y mantenerse en comunicación directa con cada persona durante el proceso de contratación”, señalaron personas al tanto de su estrategia.
El objetivo final es mejorar los modelos Llama y crear herramientas de IA más eficaces para aplicaciones de voz y personalización. Aún no está claro cómo se integrará este nuevo grupo con los equipos existentes, aunque se prevé que algunos empleados actuales se sumen al proyecto.
El modelo abierto de Llama y la presión competitiva
Pese a los desafíos, Meta continúa apostando a la apertura como ventaja competitiva: ha hecho que su modelo Llama sea open source, esperando que se convierta en la base de productos de IA a nivel global, como lo fue Android en su momento para los dispositivos móviles. Sin embargo, las versiones recientes no han tenido el impacto deseado. Incluso dentro de la empresa, muchos consideran que las declaraciones públicas de Zuckerberg sobre los logros de Llama han sido “demasiado optimistas”.
Las críticas también apuntan a que muchos usuarios descubren los productos de IA de Meta por casualidad dentro de sus redes sociales, más que por interés directo en ellos, y que los benchmarks de desempeño de Llama han sido blanco de severos análisis por parte de la comunidad tecnológica.
Competencia feroz y oportunidades perdidas
Meta no solo enfrenta competencia en EE.UU. El avance de modelos abiertos de IA desarrollados en China y Corea del Sur ha comenzado a atraer a startups que buscan alternativas más económicas y eficientes. A comienzos de este año, la startup china DeepSeek presentó un modelo de código abierto considerado de última generación, con un costo de desarrollo considerablemente inferior al de sus pares estadounidenses.
En marzo, Meta intentó adquirir por U$S 800 millones a la startup coreana FuriosaAI, especializada en chips para IA. La oferta fue rechazada, generando dudas sobre la capacidad de Meta para desarrollar sus propios chips personalizados de alto rendimiento y atraer talento clave en infraestructura.
La guerra por la inteligencia artificial sigue en marcha
Meta ha destinado decenas de miles de millones de dólares a inversiones en IA este año y, según Zuckerberg, planea invertir “cientos de miles de millones” en los próximos años. En sus reuniones con potenciales reclutas, ha destacado que, a diferencia de sus competidores que buscan financiación externa, Meta cuenta con un negocio publicitario sólido que puede sostener estas apuestas. “Tenemos el flujo de caja necesario para construir un centro de datos de varios gigavatios”, habría dicho el CEO, prometiendo una de las bases de servidores más poderosas del mundo.
Con este nuevo impulso, Zuckerberg busca corregir errores del pasado, acelerar la innovación y, sobre todo, posicionar a Meta como el líder indiscutido en la próxima revolución de la inteligencia artificial.