Meta busca U$S 29.000 millones para construir centros de datos con financiamiento privado

Mark Zuckerberg negocia con gigantes del crédito como Apollo, Brookfield y Pimco para financiar uno de los mayores despliegues de infraestructura de inteligencia artificial a nivel global. El objetivo: liderar la carrera por la superinteligencia.

En un movimiento sin precedentes, Meta Platforms está negociando la obtención de U$S 29.000 millones con firmas de inversión privada para financiar su expansión masiva en inteligencia artificial, en especial la construcción de nuevos centros de datos en Estados Unidos. Según fuentes cercanas al proceso, los principales interesados en la operación son Apollo Global Management, KKR, Brookfield, Carlyle y Pimco.

La propuesta contempla U$S 3.000 millones en aportes de capital y U$S 26.000 millones en deuda, con una posible ampliación del monto total. La estructura del financiamiento —que Meta está trabajando junto a Morgan Stanley— busca facilitar la futura comercialización de la deuda en los mercados, dada su envergadura.

IA, deuda y riesgo compartido

Al involucrar a grandes administradoras de fondos, Meta busca distribuir los riesgos y costos de su agresiva inversión en capacidades de cómputo para entrenar modelos de IA. Esta estrategia de financiamiento alternativo —mediante vehículos especiales o joint ventures— permite a compañías como Meta evitar que estos pasivos afecten su balance general o su calificación crediticia.

“Las compañías se están volcando cada vez más al capital privado para financiar proyectos críticos sin comprometer su deuda tradicional”, explican analistas financieros citados por Financial Times.

Este tipo de operaciones ha ganado popularidad: el año pasado, Apollo acordó un financiamiento de U$S 11.000 millones con Intel para sus fábricas de chips en Irlanda, recibiendo a cambio flujos de caja garantizados y participación en la unidad de negocio.

Una carrera costosa por la superinteligencia

Meta elevó su presupuesto de gasto de capital para 2024 entre U$S 64.000 millones y U$S 72.000 millones, tras anunciar inversiones adicionales en infraestructura y hardware de IA. Una parte central de ese gasto será destinado a los centros de datos y a garantizar el suministro energético para sostener el entrenamiento de modelos avanzados.

Este mes, Meta firmó un acuerdo para adquirir la producción de una planta nuclear en Illinois por los próximos 20 años, junto a cuatro convenios adicionales con la empresa energética Invenergy. Se trata del primer contrato nuclear de la compañía, que apunta a asegurar energía limpia y estable para sus sistemas de IA.

Además, Meta invirtió U$S 15.000 millones en ScaleAI, startup de etiquetado de datos, e incorporó a su CEO, Alexandr Wang, a un equipo especial enfocado en el desarrollo de inteligencia artificial general (AGI).

Zuckerberg quiere revertir la desventaja

Meta ha quedado relegada en el desarrollo de grandes modelos de lenguaje, frente al avance de competidores como OpenAI, Google o Anthropic. Su modelo Llama 4 no cumplió con las expectativas, y el lanzamiento de su modelo insignia, apodado “Behemoth”, fue retrasado.

Mark Zuckerberg tomó las riendas personalmente y comenzó a ofrecer bonificaciones de hasta U$S 100 millones a talentos clave para atraerlos a su nuevo equipo de “superinteligencia”. Esta semana, Meta logró incorporar a tres investigadores de OpenAI, lo que profundiza la “guerra por el talento” en el campo de la IA avanzada.

A pesar del golpe, el CEO de OpenAI, Sam Altman, minimizó el impacto: “Está bien, Zuckerberg está haciendo otra locura nueva. ¿Qué sigue?”, ironizó en un evento reciente.

Un modelo de financiamiento en auge

La tendencia a recurrir a gestores de activos para grandes obras se expande en todo el sector. OpenAI, por ejemplo, firmó un acuerdo con Blue Owl para financiar un centro de datos de U$S 15.000 millones en Texas, y negocia con SoftBank y Oracle para una infraestructura de U$S 500.000 millones.

Estas operaciones son atractivas para fondos como Apollo o Blackstone, ya que poseen o están asociados con aseguradoras que necesitan inversiones de calidad. Los rendimientos de estos esquemas superan ampliamente a los bonos tradicionales.


Meta se está jugando su futuro en una de las apuestas más ambiciosas del siglo: dominar la infraestructura que dará vida a la próxima generación de inteligencia artificial. Con U$S 29.000 millones en juego y los ojos del mundo financiero puestos sobre esta movida, el grupo de Zuckerberg quiere demostrar que su plan para liderar la superinteligencia no es solo ambicioso, sino posible.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

WP to LinkedIn Auto Publish Powered By : XYZScripts.com