Impulsados por el auge de la inteligencia artificial, los principales directivos de Nvidia, incluido su CEO Jensen Huang, aprovechan el valor récord de la acción para concretar millonarias ventas. El capitalización bursátil ya ronda los U$S 3,8 billones.
En plena fiebre por la inteligencia artificial, Nvidia, el gigante de los chips especializados en cómputo de alto rendimiento, vive un momento dorado en los mercados. En los últimos 12 meses, ejecutivos y miembros del directorio de la empresa vendieron acciones por más de U$S 1.000 millones, aprovechando el vertiginoso ascenso del precio de sus títulos, que este mes marcaron un nuevo récord.
Más allá de las ventas de acciones por parte de ejecutivos -para nada inusuales en Wall Street-, el volumen y la sincronización con la escalada bursátil de Nvidia reavivan el debate sobre cuándo y cómo los insiders deberían capitalizar el crecimiento explosivo de sus compañías, especialmente en sectores tan sensibles como la inteligencia artificial.
El mayor protagonista de estas ventas es Jensen Huang, director ejecutivo y cofundador de Nvidia, quien comenzó a desprenderse de parte de sus acciones por primera vez desde septiembre de 2023. Las ventas de Huang —según confirmó la compañía— se realizaron bajo un plan de operaciones preestablecido acordado en marzo, que fijó precios y fechas específicas para activar las transacciones. Esto se realiza con el fin de evitar acusaciones de uso de información privilegiada.
Según la firma VerityData, que analiza registros regulatorios, Huang comenzó a vender justo después de cumplirse el periodo de enfriamiento obligatorio de 90 días. A los valores actuales, el CEO podría vender hasta 6 millones de acciones antes de fin de año, con ingresos proyectados superiores a los U$S 900 millones.
“Esperó el momento adecuado”
“El stock bajó en el primer trimestre y él no vendió, lo cual fue muy inteligente”, destacó Ben Silverman, vicepresidente de investigación en VerityData. Y agregó: “Esperó a que la acción volviera a niveles donde se sintiera cómodo para vender”.
Aun así, Huang conserva la gran mayoría de sus acciones y su fortuna personal está estimada en U$S 138.000 millones, según Forbes.
Ola de ventas internas
Huang no fue el único. Mark Stevens, miembro del directorio y ex socio en Sequoia Capital, vendió U$S 288 millones de un paquete de hasta 4 millones de acciones que había anunciado. Ese lote está valorado en U$S 550 millones a precios actuales.
Por su parte, Jay Puri, vicepresidente ejecutivo de operaciones globales de Nvidia y mano derecha de Huang en giras oficiales, vendió acciones por U$S 25 millones esta semana. Otros dos directores de larga trayectoria, Tench Coxe y Brooke Seawell, también se sumaron: Coxe vendió alrededor de U$S 143 millones y Seawell, U$S 48 millones en junio.
Valor récord y presión geopolítica
El optimismo del mercado está alimentado por la creciente demanda global de chips que potencien los modelos de IA, desde asistentes conversacionales hasta inteligencia artificial general. Este año, Nvidia se convirtió brevemente en la empresa más valiosa del mundo, con una capitalización que alcanzó los U$S 3,8 billones, tras haber recuperado U$S 1,5 billones desde su punto más bajo en abril.
La compañía ha sorteado con éxito varios desafíos, entre ellos nuevas restricciones de exportación de chips impuestas por Estados Unidos a China y el avance de actores asiáticos como DeepSeek, que amenazan con recortar su dominio en el segmento.
Nvidia, fundada por Huang en 1993 en un Denny’s de San José como fabricante de tarjetas gráficas para videojuegos, está hoy en el centro del boom tecnológico más relevante del siglo. Con cifras astronómicas, liderazgo en hardware de IA y ahora ventas millonarias por parte de sus propios líderes, la compañía refleja cómo la inteligencia artificial está reconfigurando no solo el futuro tecnológico, sino también el mapa de la riqueza corporativa global.