Velvet Sundown, el “engaño artístico» que expone a Spotify, al periodismo y al futuro de la música

Un proyecto viral con 850.000 oyentes mensuales, música creada con IA y un supuesto vocero que ahora admite haber inventado todo. El caso de The Velvet Sundown reabre el debate sobre la autenticidad en la era de la música algorítmica. El periodismo también quedó expuesto.

En cuestión de semanas, Velvet Sundown pasó de ser un nombre desconocido a convertirse en una banda viral con más de 850.000 oyentes mensuales en Spotify. Su música, que fusiona sonidos psicodélicos de los años 70 con elementos de pop alternativo, apareció repentinamente en plataformas como Amazon Music, Apple Music y Deezer.

Lo interesante de esta original banda llegó después de este ascenso meteórico ya que detrás del escenario se esconde una historia compleja, marcada por el uso de inteligencia artificial, manipulación mediática y una identidad falsa que ha desconcertado a la industria musical.

El supuesto portavoz del grupo, un tal Andrew Frelon, reconoció esta semana en un artículo publicado en Medium que todo fue un montaje. “Es marketing. Es provocación. Antes a nadie le importaba lo que hacíamos, y ahora estamos hablando con Rolling Stone”, declaró Frelon, que también manejaba una cuenta en X (antes Twitter) donde negaba tajantemente el uso de IA.

El experimento que se salió de control

Velvet Sundown se define ahora como una art hoax o “engaño artístico”, una suerte de intervención cultural diseñada para exponer las grietas del sistema musical digital. Frelon explicó que utilizaron herramientas como Suno, una plataforma de generación de audio por IA, y su función Persona para crear canciones y mantener una voz consistente en las pistas. Aunque en un primer momento negó que la IA estuviera presente en los temas finales, luego admitió: “Algunas canciones sí fueron generadas con Suno. No quiero decir cuáles”.

La estética del grupo, sus imágenes promocionales y hasta su supuesta historia parecían diseñadas por una IA. Varios usuarios en Reddit y TikTok alertaron sobre la posibilidad de que se tratara de una banda falsa. Deezer también emitió una advertencia: “Algunas pistas de este álbum pueden haber sido creadas utilizando inteligencia artificial”.

Playlist, manipulación y algoritmos opacos

Uno de los aspectos más polémicos es cómo Velvet Sundown alcanzó semejante popularidad. El sitio especializado Music Ally reveló que la mayoría de las playlists que incluían sus canciones provenían de solo cuatro cuentas de Spotify, lo que generó sospechas sobre una posible manipulación.

Consultado al respecto, Frelon esquivó las preguntas: “No estoy manejando el backend de Spotify, así que no puedo decir exactamente cómo pasó. Sé que entramos en algunas playlists con muchos seguidores, y desde ahí se desató todo”.

Desde Spotify, un portavoz rehusó hacer comentarios. Pero Glenn McDonald, ex “alquimista de datos” de la plataforma, ofreció una explicación preocupante: “Antes, los oyentes falsos eran un problema más grande que la música falsa. Puede que ahora sea al revés”.

McDonald explicó que los sistemas de recomendación de Spotify han migrado hacia algoritmos impulsados por IA que seleccionan canciones por sus características de audio, sin considerar contexto cultural o relevancia artística. “Eso aumenta las dinámicas de tipo lotería en el sistema, y ya no hay garantías de que una banda falsa no pueda tener éxito”.

¿El fin de la autenticidad?

El caso de Velvet Sundown no es solo una anécdota excéntrica, sino una señal de alarma sobre el futuro de la música digital. Un veterano ejecutivo de A&R que pidió anonimato lo resumió con contundencia: “La atención viral se debe a que son IA, no a que su música sea genial. Aún no creo que la IA cree un artista sustentable, pero estoy convencido de que pronto generará un hit verdadero. Cuando eso ocurra, y se sepa que fue hecho por una IA, a nadie le importará porque ya estarán enamorados de la canción”.

Frelon, por su parte, sostiene que la música debe permitir la experimentación: “Las personas tienen esta idea de que hay que complacer a todos y seguir las reglas. Pero la música y la cultura progresan gracias a los experimentos extraños, y a veces funcionan y otras no”.

Una industria sin brújula

Lo que comenzó como una broma conceptual terminó siendo un fenómeno real que revela las debilidades de la industria musical ante la disrupción tecnológica. No hay políticas claras sobre la música generada por IA. Spotify no prohíbe este tipo de contenido, ni regula con transparencia el funcionamiento de sus algoritmos de recomendación.

En una economía creativa en la que cada reproducción cuenta, casos como el de Velvet Sundown abren preguntas urgentes: ¿cómo se mide el valor artístico en un ecosistema dominado por datos? ¿Qué tan fácil es fabricar éxito sin autenticidad? ¿Y quién debería poner los límites en un mercado global donde las reglas del juego parecen obsoletas?

Mientras tanto, Velvet Sundown sigue sonando, más de 857.000 seguidores solo en Spotify y contando. Lo más interesante del asunto, nadie puede asegurar si esto fue simplemente una provocación o, porque no, este el camino de la música en el futuro.

Fuente: Rolling Stone, Medium, El País

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