El fabricante de chips más grande del mundo alcanzó una capitalización de mercado récord, gracias al auge de la IA y a una proyección de crecimiento de ingresos del 30 % para 2025. Analistas anticipan subas de precios y una posición dominante frente a Apple, Nvidia y el resto del ecosistema tecnológico.
Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) acaba de alcanzar un hito histórico: su capitalización de mercado superó por primera vez el billón de dólares, impulsada por una renovada proyección de ingresos y el entusiasmo de los inversores por el crecimiento acelerado de la inteligencia artificial a nivel global.
El gigante taiwanés, principal proveedor de chips para Apple y Nvidia, registró el viernes pasado un nuevo récord en el valor de sus acciones, con un aumento cercano al 50 % desde el mínimo de abril. Con esta escalada, la empresa se ubica al nivel de Berkshire Hathaway y amenaza con ingresar al top 10 de compañías más valiosas del mundo.
La IA como motor de crecimiento
La euforia del mercado no es infundada. TSMC elevó su previsión de crecimiento de ingresos para todo 2024 a aproximadamente 30 %, una señal clara de que espera capitalizar al máximo la carrera global por ganar capacidad de producción en inteligencia artificial.
“Creemos que el tono de TSMC respecto a la demanda de nodos avanzados es aún más optimista, con clientes de IA que no muestran señales de desaceleración”, afirmaron analistas de Goldman Sachs, liderados por Bruce Lu, tras conocerse los resultados trimestrales de la compañía. “Esperamos ver un aumento aún mayor de precios en 2026.”
El crecimiento explosivo de la IA generativa ha puesto presión sobre toda la cadena de suministro de semiconductores, y TSMC se encuentra en el centro de esa transformación. La compañía domina la fabricación de chips avanzados de 3 y 5 nanómetros, esenciales para entrenar y desplegar grandes modelos de IA.
Resiliencia financiera en un entorno desafiante
Otro factor destacado por los analistas es la capacidad de TSMC para mantener márgenes sólidos, incluso frente a un entorno macroeconómico adverso, como la apreciación del dólar taiwanés.
“El fuerte gasto en IA por parte de los clientes de TSMC y el potencial aumento en el precio de las obleas ayudará a mitigar el impacto negativo de una moneda local fuerte, aportando resiliencia a los márgenes brutos de la compañía”, señalaron analistas de JPMorgan Chase & Co., entre ellos Gokul Hariharan.
Este contexto sugiere que TSMC no solo se está beneficiando de la demanda actual, sino que también está posicionada para sostener su liderazgo a largo plazo, con clientes dispuestos a pagar más por acceso prioritario a procesos de fabricación de última generación.
Un actor clave en la carrera tecnológica global
Con esta valorización histórica, TSMC consolida su rol como actor central en la geopolítica tecnológica, dado que su producción es crítica para los gigantes de Silicon Valley y también para desarrollos estratégicos de gobiernos en Asia, Europa y América del Norte.
La compañía, fundada en 1987, ya había mostrado señales de esta transformación durante 2023, cuando aumentó fuertemente su inversión en fábricas en Estados Unidos y Japón, buscando diversificar su capacidad productiva fuera de Taiwán. Hoy, la irrupción de la inteligencia artificial confirma que esa estrategia fue acertada.
TSMC no solo está fabricando chips. Está fabricando el futuro. Su reciente ingreso al club del billón de dólares no es un fenómeno pasajero, sino la confirmación de que en la economía de la IA, quienes controlen los nodos más avanzados de producción serán los verdaderos titanes. Y TSMC, por ahora, no tiene rival a la vista.