Durante la World AI Conference en Shanghái se dio a conocer el documento impulsado por China. Propone una hoja de ruta inclusiva y cooperativa para maximizar los beneficios de la IA y minimizar sus riesgos, marcando un hito para el futuro tecnológico global.
La aceleración de la inteligencia artificial (IA) está marcando un antes y un después en el desarrollo humano y tecnológico. Bajo este contexto, el reciente “Plan de Acción para la Gobernanza Global de la IA”, presentado el 26 de julio de 2025 en el marco de la World Artificial Intelligence Conference, representa un esfuerzo internacional para coordinar la innovación, los estándares y la seguridad en un momento de expansión sin precedentes.
Según el documento, “la inteligencia artificial trae consigo oportunidades de desarrollo nunca antes vistas, pero también desafíos y riesgos inéditos”. Por ello, el plan llama a “todas las partes” –desde gobiernos hasta empresas, pasando por instituciones educativas y la sociedad civil– a “participar activamente y cooperar”, fomentando una infraestructura digital robusta y el desarrollo conjunto de tecnologías IA.
Li Qiang (en la imagen principal), el premier chino, principal orador de la reunión, no mencionó ningún país en su breve discurso inaugural del evento. Sin embargo, ejecutivos y funcionarios chinos han criticado los esfuerzos de Washington por limitar el sector tecnológico del país asiático, incluyendo la imposición de restricciones a la exportación de chips Nvidia, cruciales para el desarrollo de la IA.
El sábado, Li reconoció que la escasez de semiconductores era un importante obstáculo, pero reafirmó el llamado del presidente Xi Jinping para establecer políticas que impulsen las ambiciones de Pekín. El gobierno ahora ayudará a crear un organismo —que se traduciría libremente como la Organización Mundial de Cooperación en IA— a través del cual los países puedan compartir conocimientos y talento.
Principios rectores: cooperación, responsabilidad e inclusión
El plan enfatiza principios clave como “la orientación al bien común, el respeto a la soberanía, la equidad, la apertura y la seguridad”. Invita a acelerar la construcción de infraestructuras digitales, democratizar el acceso a innovaciones y reducir desigualdades tecnológicas, en línea con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU.
En uno de sus puntos centrales, señala que “solo trabajando juntos podremos maximizar el potencial de la IA y garantizar su desarrollo seguro, confiable, controlable y justo para todos”. Se busca evitar la fragmentación tecnológica y el surgimiento de nuevas brechas digitales, especialmente en el Sur Global.
Innovación y regulación, de la mano.
El “Plan de Acción” fomenta un ambiente pro-innovación, pero sin descuidar la regulación y los marcos éticos. Proponer estimular “la exploración y la cooperación internacional en tecnología”, la apertura de recursos y la creación de ecosistemas de código abierto, bajando barreras de entrada y fomentando el uso compartido de datos, algoritmos y mejores prácticas entre países.
Asimismo, el documento destaca la importancia de “promover activamente la provisión de datos de alta calidad” y crear plataformas globales para el intercambio seguro y legal de información. También se aboga por “proteger la privacidad, combatir la discriminación y salvar la diversidad cultural y de ideas” en la era de la IA.
Aplicaciones reales y sostenibilidad
La no visión es solo tecnológica. El plan aspira a que la IA beneficie sectores productivos reales: desde manufactura, comercio y consumo, hasta medicina, educación y agricultura. Se subraya que “la IA debe empoderar a la sociedad en su conjunto y beneficiar a la economía real”.
Por otra parte, se pone especial énfasis en el impacto energético y ambiental. “Se promueve la sostenibilidad con IA”, incluyendo el fomento de chips eficientes y algoritmos verdes, así como el establecimiento de estándares globales para el ahorro de recursos. El plan insta a “buscar soluciones conjuntas para mitigar el impacto ambiental de la tecnología”.
Establecimiento de estándares comunes y gobernanza abierta
Reconociendo la necesidad de alineación internacional, el plan anima a los países a través de sus organismos de normalización y bajo el liderazgo de organizaciones como la ITU y la ISO, a “acelerar la elaboración, revisión y armonización de estándares técnicos, industriales y éticos para la IA”.
Se aboga por una gobernanza pública activa: “el sector público debe ser pionero y ejemplar en el uso y gestión de la IA, especialmente en servicios como salud, educación y transporte, mejorando la calidad y eficiencia de la administración pública”.
Seguridad, derechos y cooperación multilateral
La seguridad ocupa un lugar central. El plan plantea crear “un sistema global de evaluación y gestión de riesgos de la IA”, mejorar la trazabilidad de los algoritmos, prevenir abusos y reforzar la protección de datos personales.
También se promueve fortalecer la cooperación internacional y la creación de plataformas multilaterales –en el marco de la ONU– para la ciencia y la gobernanza de la IA. “Apoyamos la creación de grupos científicos internacionales y foros de diálogo global para discutir la gobernanza digital y la seguridad de la IA en beneficio de todos”, exhorta el texto.
Retos y oportunidades hacia un futuro compartido
Finalmente, se impulsa cerrar la brecha digital global, “fortaleciendo las capacidades de los países en vías de desarrollo y aumentando la capacitación de mujeres y niños en habilidades digitales e inteligencia artificial”, garantizando una transformación inclusiva.
El “Plan de Acción para la Gobernanza Global de la IA” marca un punto de inflexión en la discusión internacional sobre cómo equilibrar la innovación y la responsabilidad. Al priorizar la cooperación, la seguridad y la inclusión, ofrece una hoja de ruta que pone a la humanidad en el centro, apostando por una inteligencia artificial abierta, justa y para todos.