Tras superar la pérdida de Huawei como cliente y un veto estadounidense en 2022, Cambricon se consolidó como la alternativa nacional a Nvidia y disparó su cotización: su acción se duplicó en semanas y los inversores apuestan a que será suministradora clave para modelos como los de DeepSeek. Pero la compañía enfrenta cuellos de botella industriales y sigue siendo menor frente a Huawei.
Un rebote alimentado por la política industrial y la compatibilidad de software
La acción de Cambricon subió con fuerza este mes, hasta alcanzar los Rmb1,495 (U$S 209) por acción y elevar la capitalización bursátil del grupo a Rmb580bn, en un movimiento impulsado por la expectativa de que pueda abastecer a DeepSeek y a otros desarrolladores nacionales de modelos generativos. Tras el repunte, la compañía advirtió a los inversores que su “precio puede estar separándose de los fundamentales”.
El impulso tiene raíces políticas: Pekín prioriza reducir la dependencia de chips extranjeros, y Cambricon —fundada en 2016 a partir de investigadores de la Academia China de Ciencias— ha logrado posicionarse como una alternativa doméstica a Huawei y Nvidia. El ajuste estratégico rindió frutos: la empresa reportó un beneficio de Rmb1bn (U$S 140mn) en el primer semestre de 2025, un vuelco significativo frente a pérdidas previas.
Software como ventaja competitiva, pero la capacidad sigue siendo el cuello de botella
Entre 2020 y 2024 Cambricon invirtió Rmb5.6bn en I+D para mejorar su software y facilitar que modelos entrenados en GPUs de Nvidia puedan correrse en sus chips Siyuan. Esa compatibilidad es hoy su argumento comercial más potente frente a rivales más grandes. “Cambricon luchó por ganar tracción hasta finales de 2024, cuando colaboró con ByteDance para que su chip fuera más compatible con algoritmos entrenados en el ecosistema de Nvidia”, explica Lin Qingyuan, analista de Bernstein.
Pese a la demanda, la capacidad industrial condiciona la expansión: Cambricon depende de SMIC para fabricar chips en nodo 7nm, y buena parte del crecimiento futuro está supeditado a la capacidad de la foundry china. Fuentes citadas por el Financial Times indican que SMIC planea duplicar su capacidad de 7nm el próximo año, una acción que aliviaría la escasez de suministro para diseñadores locales.
Proyecciones y presión de clientes grandes
Goldman Sachs proyecta que los ingresos de Cambricon pasarán de Rmb6.5bn este año a Rmb13.8bn en 2026, y calcula que su cuota del mercado chino de chips AI podría subir del 3% al 11% en 2028. Esos números alimentaron la narrativa de una «nueva campeona» local, pero los analistas recuerdan que Cambricon sigue siendo más pequeña que Huawei en escala y en oferta integral de soluciones para entrenamiento y despliegue.
El interés de grandes compradores locales —China Telecom, Alibaba, Tencent, Baidu y, sobre todo, clientes como ByteDance— agrega presión. Según personas consultadas, Cambricon vendió buena parte de su producción del primer trimestre a ByteDance y ha tenido problemas para satisfacer la demanda. “Simplemente no hay suficiente oferta”, dijo un vendedor de Inspur, uno de los grandes ensambladores de centros de datos.
Riesgos y limitaciones: entidad list, dependencia de fabricación y rivalidad con Huawei
Cambricon sufrió un serio revés en 2022 cuando fue incluida en la “entity list” de Estados Unidos, lo que cortó su acceso a socios como TSMC y la obligó a pivotar a fabricantes chinos. Hoy la compañía navega entre un fuerte respaldo político y limitaciones industriales. Un inversor del sector lo resumió así: “Nunca ha habido un problema de capacidad que China no haya podido resolver. Construir cosas es lo que hacemos si hay dinero por ganar”. Esa confianza realista en la capacidad productiva contrasta con la necesidad inmediata de más líneas de 7nm.
Además, Huawei continúa mejorando su software y arquitectura para ofrecer mayor flexibilidad a desarrolladores; y es hoy el único fabricante local con una alternativa viable a NV-Link de Nvidia, lo que le da una ventaja en chips para entrenamiento de grandes modelos.