Un ensayo real-mundo presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología en Madrid muestra que un estetoscopio inteligente fabricado por Eko Health puede, en 15 segundos, detectar insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular y enfermedad valvular con un índice de detección notablemente mayor que la atención primaria habitual.
El estudio plantea oportunidades clínicas y logísticas —y también retos por falsos positivos y baja adopción—.
Qué mostró el ensayo TRICORDER
Investigadores del Imperial College London y del Imperial College Healthcare NHS Trust presentaron resultados de TRICORDER, un estudio realizado en más de 200 consultorios de atención primaria y con una población de referencia de más de 1,5 millones de pacientes. En el ensayo se examinaron 12.725 pacientes con un estetoscopio con IA (dispositivo suministrado por la firma californiana Eko Health), distribuido en 96 centros, y se compararon con pacientes de 109 centros donde el dispositivo no se utilizó.

El aparato —del tamaño de una carta— registra simultáneamente el sonido del latido y un ECG rápido; los datos se envían de forma segura a la nube para que algoritmos entrenados con decenas de miles de registros analicen señales imperceptibles al oído humano.
Las diferencias encontradas fueron claras: las personas examinadas con el estetoscopio con IA fueron 2,33 veces más propensas a recibir un diagnóstico de insuficiencia cardíaca en los 12 meses siguientes, 3,45 veces más propensas a ser diagnosticadas de fibrilación auricular y 1,92 veces más propensas a recibir un diagnóstico de enfermedad valvular, comparadas con pacientes similares sin el examen AI. Los investigadores subrayan que el dispositivo permite identificar en una sola toma condiciones que, de otro modo, pueden pasar desapercibidas en Atención Primaria.
Como sintetizó el profesor Nicholas Peters, investigador senior del Imperial y cardiólogo consultor: «Nuestro estudio muestra que ahora se pueden identificar tres condiciones cardíacas en una sola exploración».
Beneficios clínicos y confirmación diagnóstica
La detección precoz es crítica: la insuficiencia cardíaca afecta a más de un millón de personas en el Reino Unido y, en más del 70% de los casos, se diagnostica por primera vez tras una urgencia hospitalaria. El protocolo del estudio preveía que los pacientes señalados como de alto riesgo por el dispositivo fueran confirmados mediante análisis sanguíneo (BNP) y ecocardiograma.
La Dra. Sonya Babu-Narayan, directora clínica y cardióloga consultora, subrayó el valor de la innovación: «Este es un ejemplo elegante de cómo el humilde estetoscopio, inventado hace más de 200 años, puede actualizarse para el siglo XXI. Necesitamos innovaciones que permitan la detección temprana de la insuficiencia cardíaca, porque con frecuencia esta condición se diagnostica en fases avanzadas».
Sin embargo, el estudio también mostró límites clínicos relevantes: aproximadamente dos tercios de las personas identificadas por el AI-estetoscopio como sospechosas de insuficiencia cardíaca no la tenían cuando se les practicó la prueba confirmatoria (BNP/ecocardiograma). Esto implica un volumen de falsos positivos que puede generar ansiedad, pruebas adicionales y sobrecarga en el sistema si no se gestiona con protocolos claros.
Barreras de adopción y próximos pasos
A pesar de su potencial, la integración del dispositivo en consultas convencionales enfrenta obstáculos prácticos. Tras 12 meses, el 70% de las clínicas que recibieron los estetoscopios dejaron de usarlos o los emplearon de forma esporádica. Los autores apuntan a la necesidad de integrar la tecnología en los flujos de trabajo clínico, formación del personal y soluciones que eviten false alarms innecesarias.
Los investigadores indican que el dispositivo debe utilizarse en pacientes sintomáticos (disnea, fatiga o edemas) y no como cribado en población sana. Los planes son expandir el despliegue a prácticas de GP en Gales, el sur de Londres y Sussex.
El estudio TRICORDER fue financiado por el National Institute for Health and Care Research (NIHR) y la Imperial Health Charity, con apoyo del NIHR Imperial Biomedical Research Centre. El estetoscopio analizado fue fabricado por Eko Health (EE. UU.).
Qué significa para salud pública y empresas de salud digital
La investigación demuestra que la IA puede aumentar la detección precoz en Atención Primaria y actuar como multiplicador del alcance clínico, pero también revela que tecnología y organización deben avanzar juntos: sin protocolos de confirmación, formación y criterios de uso, el balance entre beneficios y costes puede no ser favorable. Para empresas como Eko Health, el desafío es mejorar precisión y facilitar la adopción; para sistemas públicos, integrar validaciones rápidas (BNP/ecografía) y gestionar flujos de derivación será clave.
En definitiva, el estetoscopio con IA ofrece una puerta a diagnósticos más tempranos —«identificar en una sola exploración», en palabras del profesor Peters—, pero la transformación real depende de cómo se reduzcan los falsos positivos y se ancle la herramienta en la práctica clínica diaria. ¿Listos para llevar el estetoscopio al siglo XXI? La respuesta, por ahora, es sí en capacidad técnica y todavía en construcción en su aplicación cotidiana.