El primer ministro Edi Rama presentó a Diella, un agente virtual potenciado por IA ya integrado en la plataforma e-Albania, y la asignó a supervisar las licitaciones públicas con la promesa de procesos “100% incorruptibles”; el movimiento abre un debate sobre transparencia, legalidad y control humano.
Albania dio un paso sin precedentes al incorporar un ministerio no humano en su gabinete: Diella, un avatar alimentado por inteligencia artificial, fue presentada por el primer ministro Edi Rama como la responsable de “la contratación pública” y, en sus palabras, “la servidora de la contratación pública”. Rama subrayó que “Diella es el primer miembro que no está presente físicamente, sino creado virtualmente por inteligencia artificial”.
Según el anuncio, la herramienta ya estaba operativa dentro del portal e-Albania, que centraliza servicios gubernamentales digitales, y ahora asumirá la evaluación de las licitaciones. El primer ministro aseguró que el proceso será “paso a paso” y planteó la ambiciosa meta de que los concursos públicos del país sean “100% incorruptibles y donde cada fondo público que pase por el procedimiento sea 100% legible”.
Rama también dijo que Diella tendrá facultades para “evaluar licitaciones” y “contratar talentos de todo el mundo”, además de ayudar a “romper el miedo al prejuicio y la rigidez de la administración”. El agente virtual fue presentado con un avatar que lo humaniza visualmente: aparece como una joven vestida con indumentaria tradicional albanesa, ya familiar para los usuarios del portal digital.
El nombramiento busca atacar un problema estructural: Albania ha enfrentado reiteradas críticas por la gestión de la contratación pública y la corrupción, una materia señalada periódicamente por la Unión Europea en sus informes sobre el Estado de derecho. El gesto de convertir esa función en una responsabilidad de una IA se plantea como una apuesta por la transparencia —y como un gesto político en el contexto del ambicioso objetivo de Rama de integrar la UE en 2030— tras su cuarto mandato logrado en mayo de 2025.
Riesgos y preguntas que quedan abiertas
La medida plantea preguntas prácticas y legales inmediatas: ¿qué estatus constitucional tendrá un “ministro” que no es persona física? ¿cómo se garantiza la responsabilidad por decisiones automatizadas? ¿habrá supervisión humana, auditorías independientes y mecanismos para impugnar decisiones de la IA? El anuncio fue simbólico pero dejó vacíos en detalles sobre rendición de cuentas, gobernanza de datos y protección frente a manipulaciones o sesgos.
Desde el punto de vista tecnológico, el empleo de un agente virtual en procesos de contratación puede reducir opacidades y acelerar trámites —siempre que los datos, reglas y auditorías sean robustos—; desde el punto de vista institucional, exige marcos jurídicos claros para asignar responsabilidades y recursos humanos que supervisen y auditen el sistema.
Para tener seriamente en cuenta
Para ministros, CIOs y responsables de compliance que leen esta nota: la iniciativa albanesa es un experimento de alto impacto simbólico y operativo. Puede ofrecer lecciones sobre cómo la IA puede mejorar trazabilidad y detección de irregularidades en contratación pública, pero solo será sostenible si viene acompañada de transparencia algorítmica, supervisión humana, marcos legales adaptados y auditorías independientes.
Mientras tanto, Diella será observada como precedente internacional: una prueba de lo que la combinación de digitalización y gobernanza algorítmica puede ofrecer —y de los límites que todavía hace falta legislar y supervisar.