La Casa Blanca confirma que el consorcio liderado por Oracle obtendrá la gestión de datos y que estadounidenses ocuparán 6 de 7 sillas en el consejo; la app suma 170 millones de usuarios en EE. UU. y la negociación corta a la vez lo técnico, lo comercial y lo geopolítico.
La Casa Blanca anunció este fin de semana lo que presenta como la conclusión inminente de un acuerdo que reconfigurará la presencia de TikTok en Estados Unidos. Karoline Leavitt, secretaria de prensa, aseguró en Fox News: “Estamos 100 % seguros de que el acuerdo está cerrado. Ahora solo falta firmarlo, y el equipo del presidente está trabajando con sus homólogos chinos para hacerlo.” Y añadió que la firma debería producirse “in the coming days.”
Según la versión oficial, el pacto dará a un consorcio liderado por Oracle —con participación de fondos como Andreessen Horowitz y Silver Lake— la responsabilidad sobre la gestión de datos y privacidad de TikTok en EE. UU. Además, Leavitt detalló que estadounidenses tendrían seis de las siete plazas en el nuevo directorio, un punto diseñado para responder a las preocupaciones de seguridad nacional que motivaron la ley aprobada en abril de 2024. Esa norma condicionó la continuidad de la app en EE. UU. a la venta de cerca del 80% de sus activos locales.
La discusión gira, sin embargo, alrededor de una pieza menos tangible pero crítica: el algoritmo del “For You” feed, descrito por analistas y competidores como la “special sauce” detrás del éxito viral de la plataforma. ByteDance, propietaria china, había dicho que no contemplaba vender TikTok “with or without the algorithm”, lo que convierte este punto en el eje técnico y geopolítico más espinoso del acuerdo.
El alcance de la operación es gigantesco. TikTok reporta unos 170 millones de usuarios en EE.UU., un mercado clave para publicidad y tendencias culturales; fue precisamente la amenaza de desconexión —la app llegó a quedar inactiva en territorio estadounidense el 18 de enero hasta recibir cuatro prórrogas— la que forzó la búsqueda de un arreglo negociado.
Fuentes citadas en la cobertura indican que el acuerdo podría dejar hasta un 20% del capital en manos chinas, mientras que el control operativo y de gobernanza recaería en el consorcio estadounidense.
La negociación no es sólo comercial: se cruzan intereses diplomáticos. El anuncio llega después de que Trump dijera que su reciente conversación con Xi Jinping fue “una reunión muy productiva” respecto a TikTok, y en paralelo a la rebaja de aranceles que había frenado temporalmente las conversaciones.
Autoridades como el secretario del Tesoro, Scott Bessent, habrían señalado que ambos líderes manifestaron interés en retomar las negociaciones, aunque “detalles clave” permanecen por cerrarse.
Para ejecutivos de marketing, reguladores y CIOs, el pacto es relevante por tres motivos concretos: 1) quién controla los datos y las reglas de privacidad; 2) cómo se preserva (o no) la ventaja competitiva algorítmica de TikTok; y 3) qué precedentes marca respecto a la intervención estatal en activos digitales con origen en plataformas extranjeras. Para el ecosistema publicitario, la transición a una gobernanza estadounidense es una garantía de continuidad; para los reguladores, un laboratorio sobre cómo auditar y supervisar algoritmos que moldean la atención pública.
Quedan, no obstante, preguntas abiertas: ¿cómo se implementará técnicamente el “control” del algoritmo sin romper la funcionalidad que hace a TikTok tan popular? ¿Qué supervisión independiente habrá sobre las decisiones de contenido y monetización? ¿Y cuál será el papel exacto de Oracle y los fondos inversores en la operativa diaria y en la protección de la propiedad intelectual del modelo?
En las próximas jornadas, cuando los equipos legales y diplomáticos estampen las firmas, sabremos si la solución negociada logra equilibrar seguridad, gobernanza y la preservación del motor que convirtió a TikTok en un fenómeno global. Mientras tanto, la negociación quedará como un caso emblemático de cómo la tecnología, la economía y la diplomacia se entrelazan en la era de la atención digital.