Con la llegada de la interfaz conversacional en español, Google acelera la carrera por transformar cómo se busca información —mientras OpenAI refuerza su oferta con planes intermedios—. Qué deben hacer las empresas para no quedarse atrás.
Google amplía su apuesta por la inteligencia artificial aplicada a la búsqueda: AI Mode, la experiencia conversacional que permite preguntar en lenguaje natural, dialogar, subir imágenes y profundizar en respuestas, ya está disponible para usuarios en español a nivel global. La novedad llega tras un despliegue masivo en agosto que llevó AI Mode a 180 países, después de haber probado la función inicialmente en EE.UU., Reino Unido e India.
La compañía no sólo extiende idiomas —AI Mode ya soporta además hindi, indonesio, japonés, coreano y portugués brasileño—, sino que acelera la integración entre sus distintos planes de IA. Los suscriptores de Google AI Ultra cuentan con capacidades adicionales, como solicitar reservas de restaurantes desde AI Mode; por su parte, Google AI Plus desembarcó recientemente en 40 países, ampliando la oferta de acceso a herramientas pagas de Google.
En paralelo, la competencia se mueve: OpenAI lanzó el plan ChatGPT Go en India e Indonesia, una opción intermedia entre la versión gratuita y ChatGPT Plus (U$S 20/mes) que ofrece límites de uso 10 veces superiores y mejor recuerdo de conversaciones, lo que potencia respuestas más personalizadas con el tiempo. El panorama muestra que tanto Google como OpenAI están escalando no sólo capacidades técnicas sino también modelos comerciales y territoriales.
Qué cambia para las empresas y comunicadores
La adopción de una búsqueda conversacional en español modifica dos frentes clave. Primero, el descubrimiento de marca: los usuarios pueden formular consultas largas o subir imágenes que no pasan por los clásicos clicks en resultados orgánicos, lo que exige a las empresas optimizar contenido para respuestas conversacionales y formatos visuales.
Segundo, la experiencia de cliente: la posibilidad de reservar restaurantes o, en el futuro, comprar entradas desde la propia interfaz de IA, abre canales directos que pueden desplazar tráfico tradicional y requerir nuevas integraciones técnicas y comerciales.
Riesgos y oportunidades
Hay riesgos de confusión funcional: Google distingue AI Mode —un chat inmersivo con Gemini— de los AI Overviews, los resúmenes rápidos que aparecen encima de los resultados de búsqueda. Para las compañías esto significa que no basta con aparecer en el top de búsqueda; hay que estar presente en los flujos conversacionales y en los activos multimedia que la IA pueda consumir. A la vez, la expansión territorial y lingüística crea oportunidades para capturar audiencias antes inaccesibles: mercados hispanohablantes que adoptan la búsqueda conversacional en masa se convierten en un terreno fértil para nuevas estrategias de contenido, productos y servicios integrados.
Para los ejecutivos, la recomendación práctica es clara: probar AI Mode desde hoy, mapear cómo los usuarios interactúan con consultas conversacionales y ajustar SEO, fichas de producto y flujos de reserva o pago para que sean compatibles con respuestas generadas por IA. También conviene monitorear la oferta de suscripciones (Google AI Plus/Ultra, ChatGPT Go/Plus) para evaluar costos-beneficios en proyectos piloto.
Google ya tiene en marcha la expansión técnica y comercial; la pregunta para las empresas es si acompañarán ese ritmo de adopción o dejarán que la conversación —literalmente— las deje fuera de escena.