La compañía que dirige Mark Zuckerberg actualizará su política de privacidad global para incluir datos de chats con su asistente de inteligencia artificial y otros productos conectados. Los usuarios no podrán optar por excluirse del sistema.
Meta Platforms anunció que a partir del 16 de diciembre comenzará a utilizar los datos obtenidos de las interacciones de los usuarios con sus productos de inteligencia artificial —incluido su chatbot Meta AI— para fortalecer su negocio de publicidad personalizada. El cambio se reflejará en una actualización de su política de privacidad y afectará a sus principales plataformas, Facebook e Instagram, en casi todo el mundo. La medida no se aplicará en Corea del Sur, el Reino Unido ni la Unión Europea, donde las leyes de privacidad son más estrictas.
El anuncio, que confirma la dirección comercial que sigue la compañía liderada por Mark Zuckerberg, marca un giro en la forma en que Meta monetiza sus iniciativas de IA. Hasta ahora, la empresa ofrecía sus herramientas de inteligencia artificial de forma gratuita, pero las usará ahora como una fuente adicional de datos para alimentar su sistema de publicidad dirigida.
“Más de mil millones de personas conversan cada mes con Meta AI”, explicó Emil Vazquez, vocero de la empresa. Esas conversaciones, añadió, generan contextos y preferencias que enriquecen los perfiles publicitarios de los usuarios, al permitir identificar intereses o comportamientos específicos. Si un usuario chatea sobre excursiones o senderismo, Meta podría mostrarle anuncios de equipos o vestimenta para esa actividad.
Un ecosistema de datos interconectado
El cambio no se limita al chatbot. La política actualizada también contempla información recopilada de otros productos potenciados por IA, como las gafas inteligentes Ray-Ban Meta, que pueden capturar grabaciones de voz, fotos y videos analizados mediante algoritmos de la compañía. También se incluirán datos generados por el nuevo feed de videos cortos con IA, Vibes, y por la herramienta de generación de imágenes Imagine.
Las conversaciones con Meta AI solo influirán en la publicidad si el usuario está conectado con la misma cuenta en las distintas plataformas. Sin embargo, como confirmó la empresa, no habrá una opción para evitar el uso de estos datos.
En una sesión informativa, la gerente de políticas de privacidad de Meta, Christy Harris, afirmó que la compañía “aún está construyendo los sistemas que aplicarán las interacciones con IA para mejorar los productos publicitarios”. Harris aclaró que las conversaciones que incluyan temas sensibles —como religión, salud, ideología política, orientación sexual o creencias filosóficas— no serán utilizadas para mostrar anuncios.
La nueva frontera de la monetización de la IA
El anuncio de Meta se produce mientras otras grandes tecnológicas exploran sus propias estrategias para monetizar productos de inteligencia artificial. OpenAI, por ejemplo, lanzó recientemente la posibilidad de realizar compras dentro de ChatGPT, quedándose con una comisión por transacción. Por su parte, Google planea integrar publicidad dentro de su modo de búsqueda impulsado por IA, llamado AI Mode.
Aunque Meta asegura que “no tiene planes inminentes” de incluir publicidad directamente dentro de sus propias interfaces de IA, Zuckerberg ya insinuó en el pasado que esa posibilidad podría concretarse más adelante.
La decisión de Meta subraya un mensaje conocido en la industria tecnológica: los productos gratuitos suelen tener un costo oculto. En este caso, el precio es la cesión —voluntaria o no— de información personal que se transforma en el motor de la segmentación publicitaria más poderosa del mundo digital.