El impacto de la IA en el mercado laboral: menos dramático de lo que parece

Un estudio muestra que, a casi tres años de la llegada de ChatGPT, la inteligencia artificial no ha provocado una disrupción significativa en el empleo. Los cambios en la composición laboral son marginales y siguen patrones similares a los de otras revoluciones tecnológicas.

Desde el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022, el debate sobre el efecto de la inteligencia artificial (IA) en el trabajo ha estado dominado por titulares alarmistas y sondeos cargados de ansiedad pública ante la posibilidad de una “ola de desempleo tecnológico”. Sin embargo, los nuevos hallazgos de The Budget Lab contradicen ese temor: no hay evidencia de que la IA generativa esté, por ahora, provocando una disrupción generalizada en el mercado laboral estadounidense.

Las medidas de exposición, automatización y aumento no muestran relación alguna con los cambios en el empleo o el desempleo”, concluye el informe, que compila datos de sectores como tecnología, finanzas, servicios profesionales e información. La investigación será actualizada mensualmente para rastrear cómo esta relación evoluciona con el tiempo.

Tres años después de ChatGPT, estabilidad en el empleo

De acuerdo con los investigadores, los cambios en la composición ocupacional desde 2022 son modestos y se asemejan a los de periodos anteriores de transformación tecnológica, como la expansión de Internet en los años 90 o la adopción masiva de computadoras en los 80.

El estudio mide la mezcla ocupacional, es decir, cómo varía la proporción de trabajadores en diferentes rubros. Desde la introducción de la IA generativa, este indicador cambió solo un punto porcentual más rápido que durante la transición digital de principios del siglo XXI, un ritmo insuficiente para hablar de disrupción estructural.

La velocidad de cambio no es extraordinaria”, señala el reporte. “La mayoría de los grandes hitos tecnológicos han necesitado décadas, no meses, para transformar la organización del trabajo.

Cambios sectoriales moderados

Los sectores más expuestos a la inteligencia artificial —InformaciónActividades Financieras y Servicios Profesionales y Empresariales— muestran variaciones algo superiores al promedio, aunque estas tendencias comenzaron antes del lanzamiento de ChatGPT. En la industria de la información, por ejemplo, el reacomodo de empleos se observa desde 2021, y responde más a transformaciones propias del sector que al auge reciente de la IA.

En otras palabras, el estudio encuentra más continuidad que ruptura, y enfatiza la necesidad de interpretaciones prudentes: la tecnología está presente, pero su efecto aún no se traduce en cambios dramáticos en el empleo.

Jóvenes profesionales: los más sensibles a la transición

Uno de los pocos grupos en los que se detectan ligeras señales de cambio son los recién graduados universitarios. Entre los trabajadores de 20 a 24 años, el ritmo de rotación y cambio de rol aumentó levemente respecto a cohortes anteriores, aunque los autores advierten que esta diferencia “podría reflejar un mercado laboral más lento, no necesariamente el impacto de la IA”.

Este hallazgo coincide parcialmente con investigaciones lideradas por el economista Erik Brynjolfsson, del Stanford Digital Economy Lab, que encontró evidencias de afectaciones incipientes en los primeros años de carrera, en especial entre empleos administrativos y de análisis.

Exposición vs. uso real: lo que muestran OpenAI y Anthropic

El informe también analiza dos métricas de referencia: el índice de exposición laboral de OpenAI —que estima qué tareas podrían realizarse con ChatGPT o herramientas similares— y los datos de uso de Anthropic sobre su modelo Claude. En ambos casos, la conclusión es la misma: estabilidad.

Según la data de OpenAI, la proporción de trabajadores en ocupaciones con alta exposición a la IA se mantiene estable en torno al 18%, mientras que los grupos de exposición media y baja se sitúan en 46% y 29%, respectivamente. Incluso entre los desempleados, la proporción de tareas potencialmente automatizables (entre 25% y 35%) no muestra una tendencia ascendente.

Los datos de Anthropic refuerzan esta lectura: más del 70% del empleo se concentra en ocupaciones donde la IA cumple roles de automatización o asistencia, sin cambios significativos en dos años de seguimiento. Sin embargo, la mayoría del uso real de la IA proviene de trabajadores técnicos y creativos —como programadores y redactores— lo que indica que la adopción aún está concentrada en nichos específicos.

“Necesitamos mejores datos”

La investigación destaca una limitación clave: la falta de información transparente sobre el uso efectivo de herramientas de IA a nivel global y corporativo. “Los datos de exposición son teóricos, mientras que los de uso actual son incompletos. Para entender el verdadero impacto de la IA necesitamos métricas más amplias y consistentes.

El estudio insta a otras empresas líderes del sector —entre ellas OpenAI, Anthropic, Google y Microsoft— a publicar datos estandarizados sobre adopción de IA en entornos laborales, con criterios de privacidad y trazabilidad.

Una revolución en cámara lenta

Aunque el discurso sobre la automatización masiva sigue dominando el debate público, la evidencia empírica sugiere una historia diferente: la IA todavía no ha trastocado el empleo de manera sistémica. La automatización avanza, pero más como un proceso de aumento de capacidades que como sustitución laboral inmediata.

Los investigadores concluyen que “el mercado laboral actual refleja estabilidad, no disrupción”, y que si bien la IA es comparable a tecnologías transformadoras del pasado, su impacto se desplegará en el tiempo. En resumen, la inteligencia artificial está cambiando el modo en que trabajamos —solo que mucho más lentamente de lo que se cree.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

WP to LinkedIn Auto Publish Powered By : XYZScripts.com