Gemma de 27.000 millones de parámetros que encontró una nueva vía para vencer al cáncer

Un modelo entrenado para “leer” el lenguaje de las células generó una hipótesis inédita que luego se confirmó en el laboratorio. El hallazgo abre la puerta a pantallas virtuales masivas y a combinaciones farmacológicas que podrían hacer tumores “visibles” al sistema inmune.

La familia de modelos Gemma estrena Cell2Sentence-Scale 27B (C2S-Scale 27B), un modelo de base de 27.000 millones de parámetros diseñado para el análisis de células a nivel individual. Fruto de una colaboración con Yale University, C2S-Scale no sólo mejoró el rendimiento en tareas biológicas: generó una hipótesis nueva sobre el comportamiento de células tumorales que fue validada experimentalmente en laboratorio, mostrando así cómo la IA puede acelerar descubrimientos biomédicos.

De la simulación a la placa de Petri

El reto clínico que abordó el equipo fue claro: muchos tumores son “fríos”, es decir, no activan una respuesta inmune eficaz porque no muestran suficientes señales de antigen presentation (presentación de antígenos) en su superficie. La estrategia clínica es volver esos tumores “calientes” —más visibles al sistema inmune— para que terapias inmunológicas funcionen mejor.

Para identificar moléculas que actúen como amplificadores condicionales —es decir, que aumenten la presentación de antígenos sólo en contextos donde ya hay señales inmunes bajas— los investigadores diseñaron una pantalla virtual en dos contextos:

  1. Immune-Context-Positive: muestras de pacientes con interacciones tumor-inmune intactas y señales de interferón en niveles bajos.
  2. Immune-Context-Neutral: líneas celulares aisladas sin contexto inmunológico.

C2S-Scale simuló el efecto de más de 4.000 fármacos en ambos contextos y priorizó aquellos que potenciaban la presentación de antígeno únicamente en el escenario clínicamente relevante.

Un hallazgo inesperado: silmitasertib (CX-4945)

Entre los candidatos, el modelo destacó al inhibidor de la quinasa CK2, silmitasertib (CX-4945), por producir un marcado “context split”: efecto fuerte en el contexto immune-positive y prácticamente nulo en el neutral. Ese patrón era novedoso: aunque CK2 había sido vinculado a funciones celulares e inmunomodulación, no había informes previos que lo asociaran explícitamente con el aumento de expresión de MHC-I o la presentación antigénica.

La predicción fue puesta a prueba en modelos celulares neuroendocrinos —un tipo de célula que no había visto el modelo durante su entrenamiento— y los resultados in vitro fueron contundentes:

  • Silmitasertib solo: sin efecto relevante sobre MHC-I.
  • Interferón a baja dosis solo: efecto modesto.
  • Silmitasertib + interferón a baja dosis: aumento de ~50% en la presentación de antígenos.

La combinación produjo una amplificación sinérgica que, en términos prácticos, haría al tumor más visible al sistema inmune, ofreciendo una vía potencial para combinar la terapia farmacológica con inmunoterapias existentes.

¿Por qué importa este resultado?

Primero, porque ejemplifica el potencial de la IA no solo para automatizar tareas, sino para proponer hipótesis científicas testables. Segundo, porque confirma una idea de la biología computacional: al escalar modelos (más parámetros), emergen capacidades de razonamiento contextual que modelos más pequeños no alcanzan. Y tercero, porque el pipeline —pantalla virtual masiva seguida de validación experimental— puede acelerar el descubrimiento de combinaciones terapéuticas con mayor eficiencia que la búsqueda empírica tradicional.

Según el equipo, entre los “hits” identificados por el modelo entre el catálogo de >4.000 fármacos, entre 10% y 30% eran compuestos ya conocidos en la literatura, lo que deja un porcentaje significativo de aciertos inesperados y potencialmente novedosos.

Siguientes pasos y disponibilidad

Los grupos en Yale están explorando ahora el mecanismo molecular detrás del efecto observado y probando otras predicciones generadas por C2S-Scale en distintos contextos inmunes. Con más validación preclínica y, eventualmente, clínica, estos hallazgos podrían traducirse en nuevas terapias combinadas que mejoren la eficacia de la inmunoterapia en tumores refractarios.

El modelo C2S-Scale 27B y sus recursos están disponibles hoy para la comunidad investigadora: la invitación es explícita a explorar, reproducir y ampliar estos resultados. Si el pipeline se escala y se valida, estamos ante un nuevo paradigma donde modelos a gran escala y datos experimentales interactúan para acelerar la medicina traslacional.


Para decisores y líderes en biotecnología: la lección es doble. Invertir en capacidades computacionales de escala y en infraestructuras de validación experimental puede convertir hipótesis generadas in silico en leads terapéuticos reales. Y, sobre todo, la colaboración entre equipos de IA y laboratorios como Yale muestra que la integración temprana entre modelado y experimentación es la vía más rápida para pasar de una predicción a una posible terapia.

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