Stream Ring: un anillo con IA que escucha los pensamientos y almacena y ordena ideas

Un dispositivo discreto y futurista promete transformar la manera en la que almacenamos y organizamos ideas cotidianas empleando IA generativa y nuestro propio timbre de voz.

El universo de los wearables de inteligencia artificial suma un nuevo contendiente con el lanzamiento de Stream Ring por parte de Sandbar, una startup que, tras dos años de trabajo en modo sigiloso, finalmente se revela al mercado.

Dirigida por los emprendedores Mina Fahmi y Kirak Hong —ambos con pasado en CTRL-Labs y posteriormente en Meta, tras la adquisición de esta por parte de la empresa de Mark Zuckerberg—, la compañía ya ha reunido U$S 13 millones en fondos de capital de riesgo, marcando un debut auspicioso en pleno auge de la electrónica inteligente de consumo.

El Stream Ring tiene un valor de más o menos U$S 300 se presenta como un anillo inteligente que graba discretamente los pensamientos o recordatorios que el usuario susurra cerca del micrófono integrado. “Lo pensamos como el mouse para la voz, porque resuelve muchos de los desafíos de las interacciones mediante voz de una sola vez”, aseguró Mina Fahmi, cofundador de Sandbar, en una oficina anónima de Manhattan.

El funcionamiento es sencillo pero potente: al acercar la mano al rostro, el usuario puede hablar —o incluso susurrar— al anillo, que no almacena audio, sino que transcribe el contenido a texto mediante inteligencia artificial y lo guarda en la aplicación de Stream.

El anillo incorpora un sensor capacitivo que, con un toque prolongado, permite al usuario registrar pensamientos sin intervención del asistente virtual. Si el asistente llegara a interrumpir, un simple toque detiene la interacción. “No es un wearable de escucha perpetua: tú decides cuándo hablarle”, remarcó Fahmi. La compañía pone especial énfasis en la privacidad y el control del usuario.

Entre las funciones adicionales destaca el manejo multimedia: basta un toque para reproducir o pausar música, dos para pasar de pista o un gesto lateral para ajustar el volumen. Y si Sandbar interrumpiera su servicio, el anillo quedaría como un (muy costoso) controlador musical, evitando el destino de convertirse en residuos electrónicos tan rápidamente, como otros dispositivos fallidos en el sector.

El Stream Ring no ofrece, por ahora, funciones de salud como la mayoría de los smart rings del mercado: aquí el foco está en capturar y organizar pensamientos. Fahmi define el producto como una herramienta ubicada “entre una app de notas y un chatbot de IA. Stream es lo que llamamos una auto-extensión diseñada para sentirse como si hablaras contigo mismo para ayudarte a construir ideas”.

Una de las grandes innovaciones del dispositivo es su IA generativa personalizable. El usuario graba unas frases durante la configuración y la aplicación, utilizando tecnología de ElevenLabs, replica la voz del usuario para las respuestas del asistente, logrando una experiencia de “diálogo interior” sorprendentemente realista, aunque ligeramente modificada de forma intencional. “Habrá opciones para elegir otras voces si no deseas escucharte a ti mismo”, puntualizó Fahmi.

La IA detrás de Stream Ring combina procesamiento local, en el teléfono conectado y en la nube, seleccionando entre diversos modelos de lenguaje para optimizar cada tarea. Además de crear notas y listas —por ejemplo, ingredientes para una receta— o marcar elementos en una lista de compras mediante instrucciones sencillas y hápticas, la interacción busca ser natural, privada y sin pantallas.

El dispositivo ofrece autonomía de “todo el día”, con un cargador específico, y Sandbar planea habilitar una interfaz de escritorio para acceder y compartir notas, y establecer recordatorios basados en tiempo. El servicio Stream Pro incluye acceso ilimitado a notas y chats por tres meses con la compra del anillo, pasando luego a una suscripción mensual de U$S 10. Una versión gratuita estará disponible, aunque limitada en funciones e interacciones.

Sandbar espera comenzar a despachar el producto en el verano boreal de 2026. Fahmi resalta el propósito de Stream: “Para algunas personas, más que monitorear su ritmo cardíaco, lo que quieren es monitorear sus pensamientos, y esta es una herramienta particularmente poderosa para eso”.

En este contexto de creciente debate sobre la influencia de los chatbots en la salud mental y la privacidad, Sandbar posiciona a Stream Ring lejos de la categoría de ‘amigo virtual’. “Uno tiene que estar en control; no se puede grabar todo de forma ambiental”, subrayó el cofundador, diferenciando su producto frente a otras propuestas polémicas del sector.

El futuro de la organización y almacenamiento de ideas, según Sandbar, parece caber en un anillo.

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