El mercado comienza a digerir la volatilidad de la semana pasada y en particular del viernes 7 de noviembre cuando el temor a una burbuja tomó forma. La mega-inversión de OpenAI mientras sigue el «trade» de la IA.
Las bolsas globales vivieron siete días de máxima tensión tras la pérdida de cerca de U$S 800.000 millones en valor de mercado de las principales tecnológicas vinculadas a inteligencia artificial. Pero nuevos datos sugieren que las acciones clave como Nvidia, Meta, Palantir y Oracle han comenzado a recuperarse, en línea con la resiliencia histórica del sector y el apetito de los grandes y pequeños inversores.
Wall Street intenta un rebote tras la debacle de la IA
Luego de la caída del 3% en el Nasdaq la semana pasada —la mayor desde abril—, lunes y martes abrieron en terreno positivo. El índice Nasdaq Composite subió 1,6% y el S&P 500 sumó 0,1%, impulsados por nuevos reportes de ganancias y una leve mejora en las expectativas de crecimiento para Estados Unidos. Según datos de la University of Michigan, la confianza del consumidor alcanzó mínimos de tres años, pero la robustez de los resultados corporativos y la renovada entrada de inversores minoristas apoyan la recuperación parcial.
Protagonistas: Nvidia, OpenAI, y el «risk on» de los gigantes
Nvidia sigue en el centro de la escena: su capitalización perdió unos U$S 350.000 millones en la semana, pero permanece por encima de los U$S 4,3 billones. Jensen Huang, CEO de Nvidia, volvió a destacar la puja estratégica entre Estados Unidos y China, al afirmar que China está “a nanosegundos de Estados Unidos en IA”, aunque no podrá acceder a los chips Blackwell de último modelo debido a regulaciones. Palantir, tras un tercer trimestre excelente, es uno de los mejores papeles del año: el precio de sus acciones creció más del 150% en 2025, aunque sufrió una toma de ganancias tras sus últimos resultados.
OpenAI, por su parte, está en el centro de la discusión financiera global por sus compromisos de infraestructura a largo plazo: la startup acordó gastos por U$S 1,4 billones en infraestructura para IA, entre servidores, chips y acuerdos energéticos futuros. La CEO financiera Sarah Friar aclaró que OpenAI “no busca un rescate estatal” pese a las presiones. La firma alcanzó un revenue anualizado de U$S 20.000 millones, pero la magnitud de sus inversiones anticipa tarifas crecientes para los servicios de IA y una competencia feroz por recursos como GPUs y energía.
¿Burbuja a la vista? Opiniones cruzadas y valorizaciones récord
La pregunta sobre una posible burbuja en IA divide opiniones. Goldman Sachs insiste en que aún no lo es, y que el recorrido alcista tiene tracción gracias al crecimiento del sector y a valuaciones justificadas por los beneficios. Sin embargo, expertos como David Solomon (CEO de Goldman Sachs) y Tan Su Shan (CEO de DBS) advierten que cuando ocurra una corrección, “puede ser del 10 al 20%”.
Un reporte de UBS proyectó que el rally tecnológico impulsado por IA continuará hasta 2026, esperando que el S&P 500 llegue a 7.500 puntos —actualmente se sitúa cerca de 6.730— apalancado en la fortaleza de Nvidia, Microsoft y Alphabet . El gasto en infraestructura de OpenAI actúa como un ancla a largo plazo para la demanda de semiconductores, centros de datos y energía, acelerando la transición hacia una economía más digitalizada y energética.
Europa y Asia, atentos pero menos expuestos
Mientras la volatilidad se sintió fuerte en Wall Street, Europa y Asia mostraron señales mixtas. El FTSE 100 subió un 0,6%, el DAX alemán 0,4% y el Nikkei japonés sumó 1,2% guiado por el buen desempeño de fabricantes de chips como Tokyo Electron. En China, el clima es más moderado, aunque modelos económicos como el Kimi K2 de Moonshot AI ponen presión a los desarrolladores occidentales.
Mirada a futuro: ¿seguridad o vértigo?
Los analistas coinciden en que el entusiasmo por la IA sigue siendo el principal motor del mercado, pero el riesgo de shocks repentinos, como el recorte de gastos, nuevas regulaciones o picos inesperados en el costo de capital, sigue latente. Por ahora, la estrategia “buy the dip” —comprar en las caídas— aún se impone y la hegemonía de la IA en el mercado parece garantizada, al menos por unos meses más.

