La plataforma incorpora búsquedas conversacionales, pago automático y un sistema que llama a tiendas por el usuario. El objetivo es eliminar la “pesadez” del proceso y potenciar la diversión de comprar.
El gigante de Mountain View acaba de presentar una suite de innovaciones basadas en inteligencia artificial que impactarán de lleno de la manera en que los usuarios buscan, eligen y compran productos en la web. Vidhya Srinivasan, vicepresidenta y gerente general de anuncios y comercio de Google, lo explica así: “No debería ser tan tedioso, las compras pueden y deben sentirse mucho más naturales y sencillas”. El eje es asistir al consumidor en cada etapa y suavizar las fricciones que suelen derivar en carritos abandonados o demoras innecesarias.
Entre las novedades destaca el nuevo “AI Mode”, una función de Búsqueda de Google que permite realizar consultas de compra en lenguaje natural, recibiendo recomendaciones visuales, detalles de precios, reseñas y stock disponible, todo integrado. Así, quien busca suéteres otoñales verá imágenes y opciones listas para comparación, mientras que quien duda entre productos de belleza accederá a una tabla comparativa, optimizando el descubrimiento y la toma de decisión.
La inversión en infraestructura es monumental: la inteligencia artificial que potencia estas funciones dependen del Shopping Graph de Google, una base de más de 50 mil millones de productos, actualizada en tiempo real —con hasta 2 mil millones de cambios por hora— para asegurar datos precisos. Además, la aplicación Gemini ahora ofrece respuestas mucho más desarrolladas ante consultas de compras, aunque esta mejora por ahora solo está habilitada para usuarios en EE.UU.
Otro avance disruptivo es el “pago agente”. Por primera vez en Google Search, y disponible tanto en la web como en AI Mode, los compradores pueden dejar que el sistema rastree el precio de un producto y, al caer dentro de su presupuesto, autorizar que Google realice la compra automáticamente utilizando Google Pay. Lilian Rincón, vicepresidenta de gestión de producto para Google Shopping, apunta que esto beneficia tanto a los usuarios (“ya no tienen que estar revisando si hay ofertas”) como a los minoristas, al recuperar clientes que de otro modo podrían perderse.
El despliegue de IA va más allá: una nueva herramienta, apoyada en la tecnología Duplex presentada en 2018, permite que la plataforma llame a tiendas físicas cercanas en nombre del usuario para verificar disponibilidad, precios y promociones vigentes. De este modo, el consumidor sólo debe indicar el producto de interés; la IA realiza las consultas “por teléfono” y devuelve un resumen detallado de la información recabada. Este servicio acaba de lanzarse en EE.UU. en ciertos rubros como juguetes, belleza y electrónica, y opera bajo estrictas reglas de transparencia: los comercios pueden optar por no recibir llamadas y siempre sabrán que interactúan con una IA.
En plena escalada navideña, la integración de estos sistemas transforma la experiencia de comprar online, llevándola a “un nivel mucho más parecido a una conversación real y proactiva”, como prometió Srinivasan. Google refuerza así su liderazgo en el shopping digital, apostando a que la inteligencia artificial no solo cambia cómo consumimos, sino también cómo disfrutamos el proceso.