La compañía lanzó un piloto que permite crear conversaciones grupales dentro de la app en Japón, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Taiwán. La función, disponible para usuarios Free, Plus y Team, marca un paso clave en la transformación de ChatGPT hacia un modelo más colaborativo.
OpenAI presentó una de las actualizaciones más significativas del año para ChatGPT: la posibilidad de crear chats grupales dentro de la plataforma. El piloto comenzó a funcionar en Japón, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Taiwán, y apunta a observar cómo los usuarios interactúan colectivamente con el modelo en una misma conversación. La compañía definió esta iniciativa como “un primer paso pequeño” para avanzar hacia una experiencia más compartida dentro de la aplicación.
La nueva función permite que personas de diferentes dispositivos —tanto en web como en móvil— se sumen a un mismo espacio de conversación y trabajen de manera colaborativa. El sistema está habilitado para usuarios Free, Plus y Team, un enfoque que muestra la intención de OpenAI de democratizar las pruebas y obtener retroalimentación amplia antes de un despliegue global.
La propuesta llega después de que trascendiera que OpenAI estaba experimentando con herramientas similares a los mensajes directos. Ahora, con la creación de grupos que pueden reunir de una a veinte personas, la compañía avanza hacia un modelo en el que ChatGPT comienza a comportarse como un híbrido entre asistente y plataforma social.
OpenAI detalló que los chats privados y la memoria personal de cada usuario permanecen completamente protegidos. En los grupos, solo participan quienes reciben una invitación, los miembros pueden salir cuando quieran y, salvo el creador, la mayoría puede remover a otros participantes. Para menores de 18 años, la empresa reforzó los filtros, los controles parentales y las salvaguardas de seguridad.
Iniciar un grupo es simple: basta con tocar el ícono de personas y sumar contactos o compartir un enlace. Si se incorpora a alguien a una conversación existente, la plataforma crea un grupo nuevo para preservar el historial original. Cada espacio cuenta con un perfil breve y las conversaciones quedan organizadas en una barra lateral con etiquetas para facilitar el acceso.
En estos grupos, el modelo GPT-5.1 Auto es el encargado de intervenir cuando corresponde. El sistema aprendió a manejar nuevas “habilidades sociales”: sabe cuándo participar y cuándo mantenerse en silencio, se lo puede invocar mencionándolo directamente y también puede reaccionar con emojis o generar imágenes personalizadas usando las fotos de perfil de los participantes. Las funciones disponibles incluyen búsqueda, generación de imágenes, carga de archivos y dictado. Además, los límites de uso solo se activan cuando responde ChatGPT, no cuando conversan los usuarios humanos.
Esta actualización encaja en la estrategia más amplia de OpenAI de convertir sus productos en espacios donde las personas no solo consumen respuestas, sino que también interactúan entre sí. En septiembre, la empresa lanzó Sora 2, una aplicación independiente con un feed al estilo TikTok para compartir videos generados con IA, recomendaciones algorítmicas basadas en actividad y ubicación, controles parentales y funciones de mensajería directa. Con los grupos de chat, OpenAI avanza un paso más en esa dirección y comienza a posicionar a ChatGPT como un entorno social donde la IA y los usuarios conviven en un mismo flujo de conversación.