Por Satya Nadella, Presidente y CEO de Microsoft, 15 de noviembre de 2025.
He estado pensando mucho en cuál es el beneficio neto de la ola actual de plataformas de inteligencia artificial. La verdadera pregunta es cómo lograr que cada empresa pueda obtener más valor de este cambio de plataforma y desarrollar sus propias capacidades nativas de IA y valor empresarial (en lugar de, inadvertidamente, transferir su valor único al sector tecnológico).
Bill dijo, célebremente, que una plataforma es tal cuando el valor económico de todos los que la utilizan supera el valor de la empresa que la creó. Esa es la esencia de un futuro de suma positiva.
Incluso en una industria que a veces piensa en términos de suma cero, podemos crear alianzas que generen valor para todas las partes involucradas. Nuestra asociación con OpenAI es un gran ejemplo. Nuestra inversión les permitió escalar; sus investigaciones aceleraron nuestra propia innovación. Eso es lo que hacen las plataformas y los socios saludables: catalizan y multiplican el progreso.
No hay mejor prueba que lo que anunciamos esta misma semana. La primera “superfábrica” de IA del mundo fue codiseñada junto con OpenAI y basada en tres generaciones de supercomputadoras de IA que construimos para el entrenamiento e inferencia de modelos de frontera. También es el resultado de trabajar estrechamente con Nvidia y mejorar la optimización de toda la pila, desde la arquitectura del modelo hasta la microarquitectura del chip, uniendo el trabajo de las tres compañías.
Además, avanzamos para incorporar a AMD a la flota realizando inferencia de modelos GPT, lo que les permitió ponerse al día con su propia pila de software para IA.
Y ahora toda esta infraestructura escalará para apoyar a cada startup y empresa, desde el entrenamiento hasta la inferencia.
Podés ver la misma dinámica en el mundo del desarrollo. Gracias a la IA, la categoría se ha expandido y quizá termine convirtiéndose en una de las más grandes del software. No recuerdo que ningún analista me haya preguntado jamás cuánto facturaba Visual Studio. ¡Pero ahora todos están entusiasmados con las herramientas de programación asistida por IA! Este es otro aspecto del juego de suma positiva: cuando la categoría se redefine y el tamaño del mercado se vuelve diez veces mayor. Con GitHub Copilot competimos por nuestra parte, y con GitHub y Agent HQ también proveemos una plataforma para otros.
Por supuesto, la verdadera prueba de esta era no será cuando otra empresa tecnológica rompa un récord de valuación. Será cuando la economía y la sociedad en su conjunto alcancen nuevas alturas.
Cuando una farmacéutica use IA in silico para llevar una nueva terapia al mercado en un año en lugar de doce. Cuando un fabricante use IA para rediseñar una cadena de suministro en una noche. Cuando un docente pueda personalizar las lecciones para cada estudiante. Cuando un productor agrícola pueda predecir y evitar una pérdida de cosecha. Ahí sabremos que el sistema está funcionando.
Dejemos atrás el pensamiento de suma cero y la retórica del “el ganador se lleva todo”. Enfoquémonos en construir capacidades amplias que permitan aprovechar el poder de esta tecnología para generar resultados locales en cada empresa, lo que a su vez se traduce en crecimiento económico general y beneficios para toda la sociedad. Y cada empresa debe asegurarse de tener control sobre su propio destino y soberanía, en lugar de conformarse con un simple comunicado de prensa con una empresa tecnológica o de IA, o peor aún, perder todo su valor en lo que parece una alianza, pero que en el largo plazo resulta extractiva en términos de intercambio de valor.
Sabemos que la ola de Internet tuvo un enorme impacto de suma positiva en el mundo, y aun así hubo sectores que quedaron debilitados, como los medios locales. Esta vez tenemos la oportunidad de asegurar una difusión amplia de esta tecnología, con opciones y control distribuidos, para lograr resultados de suma positiva en todos los ámbitos.
Al final del día, esta nueva ola tecnológica nos da la oportunidad de soñar en grande y fijar metas más ambiciosas sobre lo que podemos lograr colectivamente. ¡Cada uno deberá hacer su parte!

