Google presenta Gemini 3, un salto en razonamiento y código que cambia el tablero. El anuncio llega en pleno pulso entre OpenAI, Anthropic y otras firmas, y empuja a Alphabet hacia un nuevo pico bursátil.
Google lanzó esta semana Gemini 3, su modelo de base más avanzado hasta la fecha, y lo está desplegando de inmediato a través de la app Gemini y su interfaz de búsqueda con IA. Según la compañía, el nuevo modelo representa un “salto masivo en razonamiento” que se traduce en resultados más profundos y matizados, y en una versión más orientada a investigación —Gemini 3 Deepthink— que llegará a sus suscriptores de Google AI Ultra tras rondas adicionales de pruebas de seguridad.
Los números de benchmark respaldan la narrativa de Google. Gemini 3 obtuvo una puntuación de 37.4 en Humanity’s Last Exam, el registro más alto en ese test diseñado para medir razonamiento general y pericia, superando la marca previa de 31.64 atribuida a GPT-5 Pro. Además, el modelo encabeza la lista de LMArena, un ranking orientado a la satisfacción humana en el uso. Estos resultados lo colocan inmediatamente como contendiente en la pelea por el modelo más capaz del mercado en un ciclo de lanzamientos vertiginoso que incluye a OpenAI (GPT-5.1) y Anthropic (Sonnet 4.5).
Google también puso cifras de adopción sobre la mesa: la app Gemini ya alcanzaría más de 650 millones de usuarios activos mensuales, y alrededor de 13 millones de desarrolladores han integrado modelos Gemini en sus flujos de trabajo. Esos datos no solo muestran alcance de consumo; definen una base para monetizar herramientas de desarrollo, búsqueda y servicios en la nube.
El mercado reaccionó con fuerza. Las acciones de Alphabet, la matriz de Google, treparon en la sesión tras el anuncio y consolidaron ganancias notables durante la jornada, en un momento además potenciado por la reciente inversión de Berkshire Hathaway en la compañía —un voto de confianza de Warren Buffett que amplifica el interés de los inversores en el impulso de IA de Google—. Esa combinación de hitos técnicos y apoyo institucional ayuda a explicar el repunte bursátil y el renovado optimismo sobre la monetización de la pila de IA de Google.
¿Qué implica Gemini 3 para la competencia y para empresas como Google Cloud? Primero, que la dinámica del mercado será cada vez más dictada por mejoras en razonamiento, capacidad matemática y competencia multimodal (texto, código, visión). Google apuesta a que Gemini 3 impulse aún más la adopción de Google Cloud, que ya viene mostrando señales de crecimiento sostenido y mayores ingresos empresariales —un vector clave para convertir avances de investigación en negocio—.
El lanzamiento también trae novedades de producto: Google estrenó Google Antigravity, una interfaz de codificación potenciada por Gemini que combina ventana de prompts, línea de comandos y navegador para permitir a agentes de código trabajar de forma multi-pestaña, similar a IDEs “agenticos” como Warp o Cursor 2.0. Según Koray Kavukcuoglu, CTO de DeepMind, “el agente puede trabajar con tu editor, tu terminal y tu navegador para ayudar a construir la aplicación de la mejor manera posible”, lo que reafirma el enfoque de Google en convertir a Gemini en asistente activo de desarrollo.
Hay riesgos y lecciones inmediatas. El relevo tecnológico es tan rápido que obliga a clientes corporativos y reguladores a ponerse al día: desde la verificación de resultados hasta cuestiones de seguridad, fiabilidad y costes de infraestructura (especialmente para cargas multimodales y de inferencia a gran escala). La presión competitiva también empuja a rivales como OpenAI y Anthropic a optimizar despliegues y sabores especializados (por ejemplo, Sonnet 4.5 en código), lo que convierte a la industria en un ciclo continuo de mejora y diferenciación.
En lo inmediato, los analistas pondrán lupa sobre la próxima presentación de resultados de Alphabet: la compañía ya superó los U$S 100.000 millones en ingresos trimestrales en su último reporte, con Google Cloud marcando crecimientos sólidos, y Gemini 3 aparecerá como un argumento potente para justificar aún más la tracción comercial del negocio cloud y de IA. Si Gemini 3 cumple en escenarios reales (empresas, desarrolladores y productos), la recompensa económica podría ser sustancial; si no, las expectativas elevadas también alimentan el riesgo reputacional y regulatorio.
En síntesis: Gemini 3 no es solo una nueva versión; es una jugada que busca desplazar el foco de la IA desde la promesa hacia la capacidad demostrable —razonamiento, herramientas para desarrolladores y usuario masivo— y que ya está moviendo mercados y carteras. La carrera por la IA más capaz acaba de acelerar otra vez, y Google vuelve a poner sus fichas sobre la mesa.

