El círculo virtuoso que favorecía a OpenAI comienza a tambalearse. La última jugada entre Microsoft, Nvidia y Anthropic marca un punto de inflexión en el mercado de la IA, encendiendo alarmas sobre una posible burbuja y transformando el mapa competitivo.
El sector tecnológico lleva décadas bajo el lema “el ganador se lleva todo”. En los 90, Microsoft consolidó su monopolio con Windows; después, googlecon el buscador y Amazonen el comercio electrónico. En la era de la inteligencia artificial generativa, OpenAI era el rival a vencer, gracias al impacto de ChatGPT. Sin embargo, su reinado se ve amenazado tras el anuncio del 18 de noviembre, cuando Microsoft y Nvidia —históricos socios de OpenAI— se sumaron al respaldo de Anthropic, el laboratorio competidor que hasta ahora financiaban Amazon y Google.
El acuerdo con Anthropic ilustra la exuberancia financiera actual del sector. Nvidia y Microsoft prometieron invertir U$S 15.000 millones en Anthropic, que a su vez gastará U$S 30.000 millones en la nube Azure de Microsoft, basada en chips de Nvidia. Esta “circularidad” financiera, antes dominada por OpenAI, ahora inquieta a los mercados: tras el anuncio, las acciones de Microsoft cayeron un 3%.
La volatilidad se explica, en parte, por las políticas de gasto de OpenAI. En septiembre, la empresa firmó un acuerdo para gastar U$S 300.000 millones en cinco años con Oracle, mientras que Nvidia prometió invertir hasta U$S 100.000 millones en OpenAI. Desde entonces, OpenAI acumula compromisos de gasto por U$S 1,4 billones, lo que enciende temores sobre la sostenibilidad crediticia de estos laboratorios y sus centros de datos.
El 19 de noviembre, Nvidia informó ventas récord en el tercer trimestre y elevó sus proyecciones de ingresos por encima de las expectativas de Wall Street. Jensen Huang, CEO de Nvidia, declaró: «Se ha hablado mucho de una burbuja de IA. Desde nuestra perspectiva, vemos algo muy diferente».
El acuerdo tripartito con Anthropic demuestra el optimismo de Nvidia. Anthropic entrenará sus modelos por primera vez en los chips de Nvidia, acercándose al antiguo núcleo de OpenAI. Según CNBC, Anthropic estaría valorada en alrededor de U$S 350.000 millones (frente a U$S 183.000 millones en septiembre), acercándose a los U$S 500.000 millones de OpenAI. The Wall Street Journal señaló que XAI, el laboratorio de Elon Musk, está negociando una ronda de U$S 15.000 millones con una valoración de U$S 230.000 millones .
La competencia no sólo se intensifica entre laboratorios. Google lanzó su modelo Gemini 3, que promete mejoras en búsqueda y en herramientas de programación. Gemini ya tiene 650 millones de usuarios mensuales, por debajo de los 800 millones semanales que OpenAI acredita para ChatGPT. Pero el modelo está entrenado en chips propios de Google, no en los de Nvidia, lo que podría traducirse en una ventaja de costos significativa. Tras este anuncio, las acciones de Alphabet alcanzaron máximos históricos, impulsadas por la expectativa de que Google comienza a recortar diferencias con OpenAI.
A mayor competencia, mayor presión para mantener precios bajos y consumir efectivo. Pero también crecen los temores: si los laboratorios no logran generar los ingresos suficientes para respaldar sus exuberantes inversiones, el riesgo de burbuja se transforma en una amenaza real tanto en mercados privados como públicos. El mundo de la IA entra en una nueva fase, donde solo las estrategias más sólidas sobrevivirán a la próxima revolución del sector.