La inteligencia artificial acelera una revolución silenciosa en pagos y compras. Max Levchin, de Affirm, advierte que algoritmos y agentes inteligentes erradicarán prácticas abusivas, dando paso a un mercado más transparente y competitivo.
El futuro del comercio y las finanzas personales está marcado por la irrupción de la inteligencia artificial (IA). Max Levchin, director ejecutivo y cofundador de Affirm, fue categórico en la conferencia Reuters Momentum AI Finance en Nueva York: “Nos dirigimos hacia un futuro donde habrá una eliminación profunda de los modelos de negocio diseñados para aprovecharse de la estupidez o la falta de atención… porque los bots harán todo ese trabajo”.
La visión de Levchin propone que la IA agentica, es decir, aquella capaz de actuar con mínima intervención humana, está a punto de transformar cómo los consumidores eligen, compran y pagan. “La IA no tiene problema en leer la letra más pequeña, encontrará cualquier trampa”, señaló, compartiendo su propia experiencia universitaria firmando tarjetas de crédito con condiciones poco claras. Este cambio hará que productos con comisiones abusivas o intereses excesivos desaparezcan de las opciones ofrecidas al público, obligando a comercios y entidades financieras a repensar sus políticas tarifarias.
El auge del modelo “compra ahora, paga después” (BNPL), representado por Affirm y Klarna, ha demostrado el impacto de la tecnología en los hábitos de consumo: en 2024, esta modalidad movió U$S 82.400 millones a nivel global, con un crecimiento del 9,9% respecto al año anterior según Adobe Analytics. Los aviones BNPL permiten a los usuarios dividir el pago en hasta 36 cuotas, aunque la opción más elegida consiste en cuatro pagos.
Para Levchin, la clave del éxito en este nuevo entorno serán las soluciones “componibles” y adaptables, integradas a chatbots, navegadores y billeteras digitales. «Affirm fue construida para esto», recordó, haciendo hincapié en la capacidad de la compañía para ofrecer experiencias tecnológicas personalizables y centradas en el usuario.
Otros grandes jugadores no se quedan atrás. Walmart anunció en julio el despliegue de agentes inteligentes de IA para asistir a sus clientes y optimizar las operaciones. La apuesta es ambiciosa: la empresa aspira a que, en los próximos cinco años, el 50% de sus ventas provenga del canal online, impulsada por la automatización y la IA.
La competencia en soluciones autónomas de IA promete bajar precios, ofrecer mayor transparencia y empoderar a los consumidores. Sin embargo, el desplazamiento de modelos de negocio tradicionales podría consolidar a unas pocas empresas capaces de integrar y adaptar la IA con rapidez. En la revolución del retail y los pagos, quien no abrace el cambio tecnológico corre el riesgo de quedar fuera del mercado.