La alianza entre SoftBank y Yaskawa busca unir la comunicación AI-RAN de SoftBank con la robótica de Yaskawa para llevar robots capaces de operar junto a personas en oficinas, hospitales y escuelas. El primer proyecto conjunto se enfocará en casos de uso orientados a entornos de oficina y se presentará en iREX 2025; la jugada llega mientras SoftBank acelera su apuesta por la robótica tras la compra de la unidad de ABB por U$S 5.400 millones.
SoftBank Corp. y Yaskawa Electric Corporation firmaron un memorando de entendimiento (MoU) para promover la implementación social de lo que ambas compañías llaman “Physical AI”: la conjunción de inteligencia artificial en red y robótica física para crear máquinas más seguras, flexibles y capaces de trabajar junto a personas en entornos reales. El acuerdo formaliza la integración de la iniciativa AI-RAN de SoftBank con las soluciones de robótica potenciadas por IA de Yaskawa, y apunta a ampliar las tareas que los robots pueden desempeñar fuera de plantas industriales.
Como primer paso, SoftBank y Yaskawa desarrollarán casos de uso pensados para ambientes de oficina, con la intención de mostrar prototipos y demos en la próxima International Robot Exhibition (iREX 2025) que se celebrará en Tokyo del 3 al 6 de diciembre. Según los comunicados oficiales, el objetivo no es sustituir trabajadores, sino apoyar funciones repetitivas o físicamente exigentes —desde la logística ligera en oficinas hasta asistencia en centros de salud y escuelas— donde hoy la navegación y la interacción segura siguen siendo desafíos técnicos.
La iniciativa llega en un contexto de demanda creciente por automatización en Japón debido a la escasez de mano de obra, y se apoya en una estrategia corporativa más amplia de SoftBank. El grupo, liderado por Masayoshi Son, dio un paso mayor al acordar la compra de la división de robótica de ABB por aproximadamente U$S 5.375–5.4 mil millones a comienzos de octubre, una adquisición que refuerza la ambición de SoftBank de convertirse en un actor clave en robótica inteligente y “Physical AI”.
Técnicamente, la promesa de la alianza es combinar procesamiento distribuido en la red (AI-RAN) con capacidades de percepción y control en los robots de Yaskawa, lo que facilitaría decisiones en tiempo real, baja latencia y mejor coordinación humano-robot. En la práctica, esto pretende superar limitaciones actuales: muchas soluciones robóticas funcionan bien en entornos estructurados (líneas de producción), pero todavía tienen dificultades para desenvolverse en oficinas, hospitales o escuelas por la variabilidad del espacio y la proximidad con personas.
La operación también es coherente con la estrategia de inversión industrial de SoftBank, que desde hace años acumula apuestas en robótica, centros de datos y chips. Para Yaskawa, un fabricante con décadas de experiencia en servomotores y control industrial, el acuerdo supone una oportunidad para acelerar la comercialización de robots con capacidades cognitiva-sensoriales avanzadas y —en sus palabras— contribuir a “la implementación social” de la robótica japonesa.
¿Qué implica esto para empresas y usuarios? A corto plazo, habrá que evaluar la seguridad, la privacidad y la aceptación social de robots que operen físicamente cerca de personas en espacios no industriales. A medio plazo, si los prototipos de oficina demuestran robustez, la combinación de AI-RAN y robótica podría abrir nuevos mercados para servicios de asistencia, logística ligera y telepresencia, al tiempo que plantea preguntas regulatorias y de responsabilidad sobre interacciones humano-robot.
Para los observadores del sector, la pregunta clave es si la integración en red y la IA aplicada a la robótica —la prometida “Physical AI”— permitirá que los robots salgan de la fábrica y se conviertan en colaboradores cotidianos en oficinas, hospitales y escuelas. SoftBank y Yaskawa ya apuestan fuerte: la próxima iREX será su primer gran examen público.