La nueva herramienta basada en Claude para entrevistar a 1.250 profesionales y medir cómo la inteligencia artificial impacta en productividad, creatividad y ciencia. Los resultados muestran una adopción masiva, pero también tensiones reales sobre el futuro del empleo, la confianza en los modelos y el equilibrio entre humanos y máquinas.
Una herramienta de investigación basada en IA que escala lo que antes era imposible
Anthropic presentó Anthropic Interviewer, una herramienta experimental diseñada para realizar entrevistas en tiempo real a gran escala directamente dentro de Claude.ai. En esta primera prueba piloto, la compañía entrevistó a 1.250 profesionales de múltiples disciplinas, utilizando plataformas de crowdsourcing, pero garantizando que todos los participantes tenían un empleo principal fuera del trabajo como “crowdworkers”.
La muestra incluyó:
- 1.000 trabajadores de la población general, con fuerte presencia de educación (17%), informática y matemáticas (16%) y artes, diseño y medios (14%).
- 125 profesionales creativos, principalmente escritores (48%) y artistas visuales (21%).
- 125 científicos, incluyendo físicos (9%), químicos (9%), ingenieros químicos (7%) y científicos de datos (6%), con más de 50 disciplinas representadas.
La herramienta funciona en tres etapas: planificación de la entrevista, ejecución adaptativa en tiempo real y análisis posterior junto a investigadores humanos. Las entrevistas se realizaron directamente en la interfaz de Claude.ai y duraron entre 10 y 15 minutos por participante.

Impacto en la fuerza laboral: más productividad, más ansiedad
Entre los trabajadores de la muestra general, los resultados fueron contundentes:
- 86% afirmó que la IA les ahorra tiempo.
- 65% dijo estar satisfecho con el rol de la IA en su trabajo.
- 69% mencionó el estigma social de usar herramientas de IA en el trabajo.
- 55% expresó ansiedad sobre el impacto de la IA en su futuro laboral.
- Solo 8% manifestó ansiedad sin un plan claro de adaptación.
Un verificador de datos le dijo a Anthropic Interviewer: “Un colega dijo recientemente que odia la IA y yo no dije nada. No le cuento a nadie mi proceso porque sé cómo se siente mucha gente con la IA”.
También aparecieron estrategias de adaptación. Un gestor de calidad de datos explicó: “Intento pensarlo como estudiar un idioma extranjero: usar solo un traductor no te enseña nada, pero tener un tutor que responda preguntas sí”.
Creativos: más velocidad, más miedo económico
En el segmento creativo, la adopción fue aún más intensa:
- 97% afirmó que la IA les ahorra tiempo.
- 68% sostuvo que la IA mejora la calidad de su trabajo.
Un novelista declaró: “Siento que puedo escribir más rápido porque la investigación ya no es tan abrumadora”. Un redactor web afirmó que pasó de producir 2.000 palabras diarias a más de 5.000 palabras por día. Un fotógrafo redujo sus plazos de entrega de 12 semanas a aproximadamente 3 semanas.
Sin embargo, las tensiones económicas son profundas. Un actor de voz afirmó: “Ciertos sectores del doblaje prácticamente han muerto debido al auge de la IA”. Un director creativo fue más directo: “Ese fotógrafo de producto al que antes le tenía que pagar U$S 2.000 por día ahora ya no recibe mi negocio”.
Pese a que 100% de los creativos dijeron querer mantener el control humano, varios admitieron que la IA ya dirige buena parte de las decisiones. Un artista confesó: “La IA impulsa gran parte de los conceptos; diría que es 60% IA y 40% mis ideas”.
Científicos: menos miedo al reemplazo, más frustración técnica
En el grupo de científicos, el panorama fue distinto. La mayoría utiliza IA para tareas auxiliares como revisión de literatura, programación y redacción, pero no para la generación de hipótesis o experimentación.
Datos clave:
- 79% mencionó problemas de confianza y fiabilidad.
- 27% señaló limitaciones técnicas como barrera principal.
Un investigador en seguridad informática afirmó: “Si tengo que verificar cada detalle que el agente de IA me ofrece, eso derrota el propósito de usarlo”. Un ingeniero químico alertó sobre la complacencia de los modelos: “La IA tiende a complacer las sensibilidades del usuario y cambia su respuesta según cómo se formula la pregunta”.
Aun así, 91% de los científicos dijo querer más asistencia de IA. Un científico médico expresó: “Desearía que la IA pudiera ayudar a generar hipótesis o encontrar relaciones que no son evidentes para los humanos”.
Augmentación versus automatización: lo que la gente cree y lo que hace
Un hallazgo especialmente relevante fue la diferencia entre percepción y uso real:
- Los profesionales creen que usan IA de forma 65% aumentativa y 35% automatizadora.
- El análisis de conversaciones reales en Claude mostró 47% de augmentación y 49% de automatización.
Además, 48% de los entrevistados dijo estar considerando orientar su carrera hacia roles de supervisión y gestión de sistemas de IA.
Por qué esta investigación es estratégica
Anthropic no solo probó una herramienta: abrió una nueva forma de entender el impacto social de la IA. Según la empresa, este método permitirá investigaciones masivas que antes eran prohibitivamente caras y lentas. También alimenta programas como Collective Constitutional AI, alianzas con instituciones como LAS Art Foundation, Mori Art Museum, Tate, y la colaboración con la American Federation of Teachers (AFT) para formar a 400.000 docentes en educación sobre IA.
El proyecto, sin embargo, reconoce límites claros: sesgo de selección, auto-reporte, falta de seguimiento longitudinal y dificultades para captar matices emocionales. Aun así, el avance es significativo: Anthropic está construyendo un sistema donde las voces humanas alimentan directamente el desarrollo de modelos como Claude.
En términos de posicionamiento, con Anthropic Interviewer la compañía no solo compite en capacidad técnica, sino que busca liderar la conversación global sobre cómo la inteligencia artificial redefine el trabajo, la creatividad y la ciencia en tiempo real.

