La UE abre una investigación antimonopolio a Meta por vetar chatbots rivales en WhatsApp

La Comisión Europea investiga la política de Meta que prohíbe a proveedores externos distribuir chatbots de propósito general a través de la API de WhatsApp, mientras deja operativo su propio “Meta AI”. La pesquisa busca determinar si la medida —anunciada en octubre y con aplicación plena a comienzos de 2026— podría “cerrar el paso” a competidores como OpenAI o Microsoft y justificar sanciones de hasta el 10% de la facturación global.

En octubre de 2025 WhatsApp modificó su política de la Business API para prohibir que chatbots de propósito general (por ejemplo ChatGPT o Copilot) se ofrezcan a usuarios mediante esa herramienta, argumentando que la API “no está diseñada para ser una plataforma de distribución de chatbots”. La restricción, con efectos previstos para enero de 2026, no se aplica a bots que usen IA para atención al cliente dentro de flujos comerciales; está dirigida específicamente a asistentes conversacionales de propósito general.

La medida afecta a proveedores de IA como OpenAI, Perplexity y Poke, y ya motivó la retirada de algunos servicios de WhatsApp en previsión del cambio. Al mismo tiempo, permite que Meta AI, la oferta propia de Meta, permanezca disponible para los usuarios dentro de la plataforma, una circunstancia que el Ejecutivo comunitario considera potencialmente lesiva para la competencia.

La Comisión explicó que investiga si la nueva política “podría impedir que proveedores de IA terceros ofrezcan sus servicios a través de WhatsApp en el Espacio Económico Europeo (EEE)” y señaló que, como consecuencia, “los proveedores competidores podrían verse bloqueados para llegar a sus clientes mientras que el servicio propio de Meta seguiría accesible en la plataforma”. Teresa Ribera, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión para la Transición Limpia, Justa y Competitiva, advirtió: “Debemos garantizar que la ciudadanía y las empresas europeas se beneficien plenamente de esta revolución tecnológica y actuar para impedir que incumbentes digitales dominantes abusen de su poder para desplazar a competidores innovadores”.

Si la investigación concluye que Meta ha vulnerado las normas de competencia de la UE, la empresa podría enfrentarse a multas de hasta el 10% de su facturación anual global; eso equivale, según cálculos periodísticos basados en resultados recientes, a un impacto potencial en torno a los U$S 16.000 millones (estimación orientativa). Además, la Comisión puede imponer medidas correctoras que modifiquen el comportamiento de la compañía en el mercado.

Lo que dice Meta y las preguntas no resueltas

WhatsApp ha calificado las alegaciones de la Comisión como “infundadas” y defiende que los usuarios y empresas tienen múltiples vías para acceder a chatbots rivales (tiendas de aplicaciones, motores de búsqueda, integraciones por asociación). En su respuesta pública la compañía señaló que “la aparición de chatbots de IA en nuestra Business API ejerce una presión sobre sistemas para los que no fue diseñada”, y que su intención es priorizar el uso empresarial de la plataforma.

El caso plantea preguntas prácticas que la investigación deberá aclarar: ¿convierte WhatsApp, por su posicionamiento como canal masivo de comunicación, la exclusión de terceros en una ventaja estructural que distorsiona la competencia? ¿Existe una justificación técnica proporcionada por Meta que explique por qué la API no puede admitir asistentes conversacionales sin incurrir en costes o riesgos desproporcionados? ¿Cómo conciliar la protección de infraestructura con el principio de acceso no discriminatorio a mercados digitales esenciales?

Impacto en el ecosistema y en los usuarios

Más allá del litigio regulatorio, la decisión ya tiene efectos de mercado: empresas que buscaban escalar servicios conversacionales por WhatsApp deben replantear distribución y canales; los usuarios verán cambios en la disponibilidad de asistentes en la app; y los competidores deberán reforzar alternativas (apps nativas, integraciones web, partnerships) para mantener alcance. Además, algunos reguladores nacionales ya muestran interés: la investigación de la Comisión cubre los 27 países de la UE, y hay actuaciones paralelas en jurisdicciones como Italia que siguen la pista de posibles abusos.

Un test para la regulación de IA y las plataformas

Este expediente llega en un momento en el que los reguladores europeos intentan equilibrar impulso a la innovación y control de poder de mercado en el terreno de la inteligencia artificial. El caso Meta-WhatsApp será una prueba clave: de su resolución dependerán precedentes sobre cómo las grandes plataformas pueden integrar y favorecer ofertas propias de IA sin dar la impresión —o realidad— de exclusión competitiva.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

WP to LinkedIn Auto Publish Powered By : XYZScripts.com