OpenAI impulsa Critterz, el primer film animado hecho con IA que busca triunfar a Cannes

Con un presupuesto de menos de U$S 30 millones y un plazo de producción de apenas 9 meses, OpenAI respalda Critterz, un largometraje animado que se propone demostrar que la inteligencia artificial puede transformar Hollywood en costos, tiempos y accesibilidad.

Una apuesta de alto riesgo para Hollywood

OpenAI, la creadora de ChatGPT, quiere probar que la inteligencia artificial generativa no solo sirve para escribir textos o generar imágenes, sino también para hacer cine. La compañía está aportando herramientas y recursos de cómputo a la producción de Critterz, un filme animado que busca debutar en el Festival de Cannes en mayo de 2025 y estrenarse en salas de todo el mundo.

La historia gira en torno a un grupo de criaturas del bosque que emprenden una aventura después de que un extraño irrumpe en su aldea. El proyecto fue concebido por Chad Nelson, especialista creativo de OpenAI, quien comenzó a esbozar los personajes hace tres años utilizando DALL-E, cuando era una herramienta incipiente.

“El objetivo es mostrar, con un caso concreto, lo que la IA puede hacer”, dijo Nelson. “OpenAI puede decir lo que hacen sus herramientas todo el día, pero es mucho más impactante si alguien lo demuestra. Eso es un caso de estudio mucho mejor que construir un demo”.

Costos más bajos y producción acelerada

El filme está siendo producido por Vertigo Films, de Londres, junto a Native Foreign, un estudio de Los Ángeles especializado en combinar IA con técnicas tradicionales. Según James Richardson, cofundador de Vertigo, Critterz se desarrollará en solo 9 meses, frente a los tres años habituales en este tipo de producciones.

El presupuesto también rompe moldes: menos de U$S 30 millones, cuando los grandes estudios suelen invertir cifras muy superiores en películas animadas de alcance global. La producción involucra a unas 30 personas, que participarán en un esquema de reparto de beneficios diseñado por Federation Studios, la casa matriz de Vertigo en París.

Richardson reconoció la magnitud del desafío: “Nunca estuve en esta posición en mi vida donde comenzamos una película y no tengo idea de lo que va a pasar. Es un experimento masivo y muy ambicioso”.

Tecnología, actores y derechos de autor

El equipo planea contratar artistas para realizar bocetos que serán procesados por modelos de OpenAI, incluidos GPT-5 y generadores de imágenes. Además, voces humanas darán vida a los personajes, lo que permitirá que la obra obtenga protección de copyright, según explicó Nik Kleverov, cofundador de Native Foreign.

Un portavoz de OpenAI afirmó que Critterzrefleja el tipo de creatividad y exploración que nos encanta alentar”.

Una industria en transformación (y en tensión)

La iniciativa surge en un contexto en el que Disney, Netflix y otras compañías exploran el uso de IA en producción y marketing, aunque de manera cautelosa. Los sindicatos de actores y guionistas han advertido que estas herramientas podrían desplazar empleos, mientras que los grandes estudios defienden sus derechos de autor en los tribunales: Disney, Universal y Warner Bros. Discovery demandaron a Midjourney por uso indebido de propiedades intelectuales.

El futuro de Critterz aún tiene interrogantes. No se ha definido un socio de distribución y persiste la duda sobre si el público, ya reticente a las salas de cine, pagará por ver un largometraje animado hecho en gran parte con IA. Sin embargo, si logra captar audiencia, OpenAI habrá dado un paso decisivo para validar la inteligencia artificial como motor creativo capaz de competir en el corazón de Hollywood.

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