Se investiga la baja utilización de la IA ante la baja penetración de la tecnología en las compañías. No es desconocimiento ni temor. Si las personas no pueden confiar en la tecnología y no dependen de ella para hacer su trabajo, es menos probable que la utilicen o la recomienden a otros.
Una reciente investigación realizada por YouGov para Pegasystems ha puesto de manifiesto que, aunque el 58% de los trabajadores en EE.UU. y el Reino Unido ya utilizan agentes de inteligencia artificial en sus tareas diarias, aún existen importantes reservas sobre el uso de estos sistemas.
Los resultados de la encuesta, realizada en noviembre de 2024 a más de 2.100 adultos que utilizan dispositivos digitales para su trabajo, muestran que un 33% de los encuestados está preocupado por la calidad del trabajo producido por la IA, mientras que un 32% señala la falta de intuición y empatía humana como un factor crítico. Además, un 30% expresó desconfianza en la precisión de las respuestas generadas por estas herramientas.
El estudio destaca que, aunque la tecnología de IA continúa evolucionando y demostrando un potencial transformador en múltiples sectores, la percepción de riesgo y la falta de comprensión sobre sus limitaciones siguen siendo barreras importantes para su adopción plena.
“La investigación subraya que muchos trabajadores todavía tienen reservas, y es responsabilidad de los líderes empresariales incorporar estas tecnologías de forma estratégica y reflexiva para garantizar una adopción efectiva”, declaró Don Schuerman, director tecnológico de Pegasystems.
Su comentario enfatiza la necesidad de un enfoque equilibrado, en el que la IA se utilice para complementar el trabajo humano y no para sustituirlo por completo.
Entre las principales preocupaciones identificadas, el 47% de los encuestados cree que la IA carece de la intuición y la inteligencia emocional necesarias para comprender contextos complejos.
Por otro lado, un 40% manifestó sentirse incómodo al enviar trabajos generados por IA, mientras que un 34% dudaba de que dichos trabajos alcanzaran la calidad de aquellos elaborados por humanos.
Estas cifras sugieren que, a pesar del entusiasmo por las nuevas tecnologías, aún se requiere de una supervisión humana rigurosa para interpretar los resultados y garantizar que se alineen con los objetivos estratégicos de cada organización.
Expertos en ética y tecnología, como Elle Ferrell-Kingsley, han advertido sobre los riesgos de confiar ciegamente en herramientas gratuitas o de amplio acceso.
“El dicho ‘si el producto es gratis, tú eres el producto’ aplica aquí: las herramientas públicas de IA suelen conllevar mayores riesgos, especialmente en lo que respecta a la protección de datos sensibles”, señaló Ferrell-Kingsley, destacando la necesidad de que las empresas establezcan políticas claras y rigurosas de uso de la IA.
Por su parte, Ryan Niddel, CEO de MIT45, subrayó que “la confianza en la IA no depende solo de la tecnología en sí, sino también de comprender sus limitaciones.
Aunque la IA puede optimizar el análisis de datos y mejorar los esfuerzos de cumplimiento, siempre es vital contar con supervisión humana para interpretar las conclusiones y asegurar que se correspondan con los objetivos globales del negocio”.
Asimismo, David Radin, CEO de Confirmed y experto en gestión del tiempo en la era de la IA, enfatizó la importancia de implementar procesos y políticas internos que regulen el uso de estas herramientas:
“Una política adecuada de IA debe incluir expectativas organizacionales claras, mecanismos de control y entrenamiento constante para asegurar que todos en la empresa comprendan y apliquen las normas de manera efectiva.”
El informe de YouGov para Pegasystems llega en un momento en que la inteligencia artificial está en el centro del debate global sobre innovación y regulación.
La creciente adopción de herramientas de IA, combinada con las preocupaciones sobre su fiabilidad y la ética en su uso, obliga a las empresas a reconsiderar su estrategia tecnológica.
Mientras algunos ven en la IA una oportunidad para transformar procesos y generar ahorros millonarios, otros alertan sobre los riesgos de depender en exceso de algoritmos que, a veces, carecen de la capacidad para captar la complejidad humana.
En conclusión, el estudio realizado para Pegasystems revela que el éxito de la inteligencia artificial en el ámbito empresarial no solo dependerá de su capacidad para ofrecer resultados eficientes, sino también de la confianza que logre generar entre los usuarios.
Con declaraciones contundentes de líderes como Don Schuerman, Ryan Niddel y David Radin, la industria enfrenta el desafío de equilibrar innovación y supervisión humana para que la IA se convierta en un verdadero aliado del progreso sin comprometer la calidad y la ética en el trabajo.